El baloncesto americano de los años ochenta únicamente puede calificarse como de un cuento de hadas, en el que los fundamentos básicos del juego brillaban en todo su esplendor y en el que los equipos eran dignos de ser llamados con dicho nombre, ya que jugaban compartiendo el balón, pasándolo y dando importancia a absolutamente todos los miembros del quinteto.El baloncesto en esa época era sin duda un deporte de mosqueteros, era un uno para todos y todos para uno perfecto, sublime y mágico, y sin ningún tipo de dudas, si había algún mago en aquella época, ese no era otro que cierto hechicero nacido en Lansing(Michigan) que podría dejar absolutamente en bragas al Doctor Extraño, a Mandrake, al Doctor Fate o a los mismísimos Houdini y David Copperfield, y su nombre de nacimiento como todos sabéis es Earvin Johnson, aunque su auténtica identidad es la de Magic, el prestidigitador del triple doble.
Magic Johnson era un jugador total, probablemente el más completo que yo haya visto nunca jugar sobre una cancha de baloncesto, era sin ningún género de dudas el base con cuerpo de alero que podía jugar de pívot, y para demostrarlo ahí queda para la historia y para el imaginario colectivo de los aficionados al baloncesto su descomunal e histórica actuación en el sexto partido de las Finales del año 1980 contra los Philadelphia 76ers de Julius Erving, Maurice Cheeks, Bobby Jones y Darryl Dawkins, en el que tras la lesión de Kareem Abdul-Jabbar en el quinto encuentro nuestro hechicero favorito logró, siento tan solo un rookie, y jugando en las cinco posiciones del juego, una actuación absolutamente espeluznante, únicamente accesible para los grandes dioses de este juego maravilloso, ni más ni menos que 42 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias y 3 robos de balón que llevarían en volandas a su equipo para conseguir el preciado anillo, y que a título individual le llevarían a ser proclamado MVP de las Finales de la NBA de 1980, algo que no se había dado hasta entonces(en el caso de un rookie) y que sigue sin haberse repetido y probablemente nunca se vuelva a conseguir.
Éste fue únicamente el primer anillo de la franquicia angelina en la década dorada(no hay que perderse los magistrales posts de Mo Sweat dedicados a dicho período, absolutamente magníficos y totalmente imprescindibles), a los que siguieron los títulos de 1982, 1985, 1987 y 1988. Su rivalidad con Larry Bird potenció sobremanera la dimensión social de este deporte, ya no sólo en los Estados Unidos sino también en el resto del mundo; y si el mundo del baloncesto a principios de los ochenta ya contaba con jugones del calibre de Kareem Abdul-Jabbar, Moses Malone, Julius Erving, George Gervin, Cedric Maxwell, Norm Nixon o World B. Free entre otros muchos, no fue hasta la aparición de un rudo muchacho blanco de Indiana y de un sonriente muchacho negro de Michigan y sobre todo hasta que empezaron a dirimir sus batallas año tras año en el mes de junio al frente de sus respectivos ejércitos verde y amarillo, que el baloncesto consiguió llegar al gran público de toda la nación y de todo el planeta, salvando con ello a la NBA de la quiebra. En esas finales entre Celtics y Lakers no había villanos, únicamente héroes, que luchaban entre sí año tras año para dirimir quien era mejor, eran un perpetuo Vengadores-JLA, al menos hasta que llegaron los Pistons, ahí sí había villanos y era como si Magic y sus huestes se enfrentaran a los Amos del mal o a los Cinco Temibles: Isiah Thomas(Psimon), Joe Dumars(Shimmer), Adrian Dantley(Doctor Luz), Bill Laimbeer(Gizmo) y Rick Mahorn(Mammut).
Estos duelos podían dirimirse con un triple desde una esquina, con un gancho del cielo o con otro desde una nube algo más cercana, como ocurrió en el partido decisivo de las Finales del año 1987 en el que Magic hizo callar al Boston Garden replicando de esa forma, y como sólo un genio podría hacer, el triple que Larry Bird había conseguido unos segundos antes.
El juego de Magic Johnson consistía fundamentalmente en hacer mucho mejores a los jugadores que jugaban a su lado, y si bien, tenía auténticos cracks a su alrededor como Kareem Abdul-Jabbar o James Worthy, sí es cierto que consiguió elevar exponencialmente el nivel y la aportación de jugadores como Byron Scott(sabiendo buscarle en el momento justo para que exhibiera su espléndida muñeca), e incluso logró que jugadores ofensivamente más limitados como A.C.Green, Kurt Rambis o Billy Thompson se sintieran importantes. Magic no sólo elevó el pase a la categoría de arte, también consiguió hacer plenamente efectivo ese arte, aunando de esta forma la belleza plástica con el pragmatismo; esto se puede ver de manera evidente con su célebre no looking pass(pase sin mirar), que lejos de ser un efecto de cara a la galería como pudiera parecer era una forma totalmente efectiva de despistar por completo a las defensas que no sabían en ningún momento hacia donde podía ir el balón que salía de las manos de Magic.
Que Magic Johnson era un excelso y clarividente pasador es algo que no sorprende a nadie, pero es que además de eso, Magic era mucho más. Indudablemente la capacidad de pase y de hacer jugar a sus compañeros es algo absolutamente primordial en un base, aunque lamentablemente la vocación del base como director de orquesta capaz de hacer mejores a sus compañeros sea algo cada vez más en desuso en la NBA actual, pero también lo es poseer la habilidad y el talento necesarios para saber leer los partidos y por tanto imprimir el ritmo más adecuado a cada momento. Magic corría el contraataque cuando debía hacerlo, poniendo en marcha el mítico Showtime del conjunto angelino, pero también era capaz de jugar en estático de manera ejemplar, moviendo el balón con criterio y encontrando siempre al compañero desmarcado, como demostró en el partido decisivo de las Finales de 1985 en las que dio una clarividente demostración de como se debe jugar en estático dando todo un recital en forma de triple doble y sin hacer apenas ruido.
Además de las virtudes de dirección(en su caso absolutamente superlativas) que siempre deben caracterizar a cualquier base, Magic era un gran reboteador, y también un buen anotador capaz de anotar de múltiples maneras posibles, tanto posteando, como penetrando o lanzando desde fuera..., y lo que todo el mundo suele olvidar es que también era un gran defensor que fue capaz de liderar la liga durante dos temporadas en robos de balón.
Pero independientemente del frío análisis de las virtudes como jugador de Magic Johnson, lo más importante son los sentimientos que despertaba en el espectador mientras corría botando el balón y lo mandaba al sitio y a las manos más insospechadas, a ese lugar que sólo él podía ver antes que el resto de los mortales, o cuando anotaba un gancho y veíamos rodar el balón hasta besar cariñosamente la red, de la misma forma que el balón también la besaba cuando lanzaba un triple inverosímil al borde la bocina. Todos esos eran los poderes del gran mago, que se materializaron en un título de campeón de la NCAA, 5 anillos de campeón de la NBA con 9 Finales disputadas, 3 MVP de la temporada regular, 3 MVP de las Finales, 2 MVP del All Star Game(1990 y 1992), el cual disputó en 12 ocasiones, 10 veces elegido en los mejores quintetos de la liga, líder de asistencias durante 4 temporadas, líder de robos de balón durante 2, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992...
Lamentablemente el cuento de hadas tuvo un final muy abrupto al inicio de la temporada 91/92. Magic Johnson anunció en rueda de prensa que era portador del virus VIH y todo el mundo del baloncesto se convulsionó con la noticia. Recuerdo que me lo contaron en el colegio y yo en un principio no me creí la noticia, pensé que se estaban intentando quedar conmigo..., ojalá hubiera sido así, ya de que esta forma acababa prematuramente(tenía únicamente 31 años) la carrera de uno de los más grandes jugadores que haya dado nunca nuestro deporte. Sin embargo los aficionados no quisieron que el cuento de hadas acabara de esta forma tan dramática, y permitieron que se produjera un hecho sin precedentes en la historia de la NBA. Magic Johnson iba a iniciar la temporada(de hecho disputó la pretemporada con los Lakers) y por lo tanto fue incluido en las papeletas de votación para el All Star Game, pues bien el público le votó a pesar de estar retirado, y jugó como titular en el All Star Game de Orlando del año 1992. Venció el Oeste y Magic fue elegido el MVP del partido, con un final de partido digno de haber sido escrito por los mejores guionistas del Hollywood clásico, con el uno contra uno que primero se marcó con Magic, Isiah Thomas, y después Michael Jordan(fallando ambos ante la defensa de Magic) y anotando el mago de Lansing un triple imposible desde 8 metros, un final increíble al que sólo le faltó la presencia de Larry Bird que no pudo estar por lesión, para despedir sobre la cancha al que fue su gran rival.
Magic Johnson era un jugador total, probablemente el más completo que yo haya visto nunca jugar sobre una cancha de baloncesto, era sin ningún género de dudas el base con cuerpo de alero que podía jugar de pívot, y para demostrarlo ahí queda para la historia y para el imaginario colectivo de los aficionados al baloncesto su descomunal e histórica actuación en el sexto partido de las Finales del año 1980 contra los Philadelphia 76ers de Julius Erving, Maurice Cheeks, Bobby Jones y Darryl Dawkins, en el que tras la lesión de Kareem Abdul-Jabbar en el quinto encuentro nuestro hechicero favorito logró, siento tan solo un rookie, y jugando en las cinco posiciones del juego, una actuación absolutamente espeluznante, únicamente accesible para los grandes dioses de este juego maravilloso, ni más ni menos que 42 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias y 3 robos de balón que llevarían en volandas a su equipo para conseguir el preciado anillo, y que a título individual le llevarían a ser proclamado MVP de las Finales de la NBA de 1980, algo que no se había dado hasta entonces(en el caso de un rookie) y que sigue sin haberse repetido y probablemente nunca se vuelva a conseguir.
Éste fue únicamente el primer anillo de la franquicia angelina en la década dorada(no hay que perderse los magistrales posts de Mo Sweat dedicados a dicho período, absolutamente magníficos y totalmente imprescindibles), a los que siguieron los títulos de 1982, 1985, 1987 y 1988. Su rivalidad con Larry Bird potenció sobremanera la dimensión social de este deporte, ya no sólo en los Estados Unidos sino también en el resto del mundo; y si el mundo del baloncesto a principios de los ochenta ya contaba con jugones del calibre de Kareem Abdul-Jabbar, Moses Malone, Julius Erving, George Gervin, Cedric Maxwell, Norm Nixon o World B. Free entre otros muchos, no fue hasta la aparición de un rudo muchacho blanco de Indiana y de un sonriente muchacho negro de Michigan y sobre todo hasta que empezaron a dirimir sus batallas año tras año en el mes de junio al frente de sus respectivos ejércitos verde y amarillo, que el baloncesto consiguió llegar al gran público de toda la nación y de todo el planeta, salvando con ello a la NBA de la quiebra. En esas finales entre Celtics y Lakers no había villanos, únicamente héroes, que luchaban entre sí año tras año para dirimir quien era mejor, eran un perpetuo Vengadores-JLA, al menos hasta que llegaron los Pistons, ahí sí había villanos y era como si Magic y sus huestes se enfrentaran a los Amos del mal o a los Cinco Temibles: Isiah Thomas(Psimon), Joe Dumars(Shimmer), Adrian Dantley(Doctor Luz), Bill Laimbeer(Gizmo) y Rick Mahorn(Mammut).
Estos duelos podían dirimirse con un triple desde una esquina, con un gancho del cielo o con otro desde una nube algo más cercana, como ocurrió en el partido decisivo de las Finales del año 1987 en el que Magic hizo callar al Boston Garden replicando de esa forma, y como sólo un genio podría hacer, el triple que Larry Bird había conseguido unos segundos antes.
El juego de Magic Johnson consistía fundamentalmente en hacer mucho mejores a los jugadores que jugaban a su lado, y si bien, tenía auténticos cracks a su alrededor como Kareem Abdul-Jabbar o James Worthy, sí es cierto que consiguió elevar exponencialmente el nivel y la aportación de jugadores como Byron Scott(sabiendo buscarle en el momento justo para que exhibiera su espléndida muñeca), e incluso logró que jugadores ofensivamente más limitados como A.C.Green, Kurt Rambis o Billy Thompson se sintieran importantes. Magic no sólo elevó el pase a la categoría de arte, también consiguió hacer plenamente efectivo ese arte, aunando de esta forma la belleza plástica con el pragmatismo; esto se puede ver de manera evidente con su célebre no looking pass(pase sin mirar), que lejos de ser un efecto de cara a la galería como pudiera parecer era una forma totalmente efectiva de despistar por completo a las defensas que no sabían en ningún momento hacia donde podía ir el balón que salía de las manos de Magic.
Que Magic Johnson era un excelso y clarividente pasador es algo que no sorprende a nadie, pero es que además de eso, Magic era mucho más. Indudablemente la capacidad de pase y de hacer jugar a sus compañeros es algo absolutamente primordial en un base, aunque lamentablemente la vocación del base como director de orquesta capaz de hacer mejores a sus compañeros sea algo cada vez más en desuso en la NBA actual, pero también lo es poseer la habilidad y el talento necesarios para saber leer los partidos y por tanto imprimir el ritmo más adecuado a cada momento. Magic corría el contraataque cuando debía hacerlo, poniendo en marcha el mítico Showtime del conjunto angelino, pero también era capaz de jugar en estático de manera ejemplar, moviendo el balón con criterio y encontrando siempre al compañero desmarcado, como demostró en el partido decisivo de las Finales de 1985 en las que dio una clarividente demostración de como se debe jugar en estático dando todo un recital en forma de triple doble y sin hacer apenas ruido.
Además de las virtudes de dirección(en su caso absolutamente superlativas) que siempre deben caracterizar a cualquier base, Magic era un gran reboteador, y también un buen anotador capaz de anotar de múltiples maneras posibles, tanto posteando, como penetrando o lanzando desde fuera..., y lo que todo el mundo suele olvidar es que también era un gran defensor que fue capaz de liderar la liga durante dos temporadas en robos de balón.
Pero independientemente del frío análisis de las virtudes como jugador de Magic Johnson, lo más importante son los sentimientos que despertaba en el espectador mientras corría botando el balón y lo mandaba al sitio y a las manos más insospechadas, a ese lugar que sólo él podía ver antes que el resto de los mortales, o cuando anotaba un gancho y veíamos rodar el balón hasta besar cariñosamente la red, de la misma forma que el balón también la besaba cuando lanzaba un triple inverosímil al borde la bocina. Todos esos eran los poderes del gran mago, que se materializaron en un título de campeón de la NCAA, 5 anillos de campeón de la NBA con 9 Finales disputadas, 3 MVP de la temporada regular, 3 MVP de las Finales, 2 MVP del All Star Game(1990 y 1992), el cual disputó en 12 ocasiones, 10 veces elegido en los mejores quintetos de la liga, líder de asistencias durante 4 temporadas, líder de robos de balón durante 2, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992...
Lamentablemente el cuento de hadas tuvo un final muy abrupto al inicio de la temporada 91/92. Magic Johnson anunció en rueda de prensa que era portador del virus VIH y todo el mundo del baloncesto se convulsionó con la noticia. Recuerdo que me lo contaron en el colegio y yo en un principio no me creí la noticia, pensé que se estaban intentando quedar conmigo..., ojalá hubiera sido así, ya de que esta forma acababa prematuramente(tenía únicamente 31 años) la carrera de uno de los más grandes jugadores que haya dado nunca nuestro deporte. Sin embargo los aficionados no quisieron que el cuento de hadas acabara de esta forma tan dramática, y permitieron que se produjera un hecho sin precedentes en la historia de la NBA. Magic Johnson iba a iniciar la temporada(de hecho disputó la pretemporada con los Lakers) y por lo tanto fue incluido en las papeletas de votación para el All Star Game, pues bien el público le votó a pesar de estar retirado, y jugó como titular en el All Star Game de Orlando del año 1992. Venció el Oeste y Magic fue elegido el MVP del partido, con un final de partido digno de haber sido escrito por los mejores guionistas del Hollywood clásico, con el uno contra uno que primero se marcó con Magic, Isiah Thomas, y después Michael Jordan(fallando ambos ante la defensa de Magic) y anotando el mago de Lansing un triple imposible desde 8 metros, un final increíble al que sólo le faltó la presencia de Larry Bird que no pudo estar por lesión, para despedir sobre la cancha al que fue su gran rival.
Éste fue el final de su carrera en la NBA aunque regresaría fugazmente a mitad de temporada en el año 1996 jugando en posición de "4" y demostrando en unas condiciones físicas un tanto precarias que todavía era capaz de promediar 14,6 puntos, 6,9 asistencias y 5,9 rebotes, poniendo un broche de oro final a una carrera impecable en la que también tuvo tiempo, tras su retirada, de impartir unas cuantas lecciones baloncestísticas más en un equipo de ensueño que absolutamente todos tenemos en mente.
8 comentarios:
Enorme post, Jaime, me ha encantado la comparación de los Lakers y los Celtics de los 80 con los Vengadores y la JLA; y aun me estoy riendo con lo de los Pistons y los Amos del Mal; genial...
Magic ha sido único y aunque eso se suela dcir con todos los grandes, desde Jordan a Larry, pasando por Chamberlain, Russell o Julius Erving, Magic ha sido más único que ninguno, ya que ningún mortal es capaz de hacer lo que él ha hecho y siempre haciendo mejores a sus compañeros...
Bueno, no puedo decir nada más de Magic que no haya dicho ya muchas veces, sólo recalcar lo que siempre he dicho, que para mí simplemente ha sido el mejor.
Saludos y gracias por el link.
y mucho más quise decir,xD
Mo, muchas gracias por tus palabras. Yo también creo que Magic ha sido el mejor, sin duda ha sido el jugador que más me ha emocionado en una cancha de baloncesto, y dejando aparte los aspectos sumamente emotivos los números y los argumentos en su favor están ahí; sobre todo es lo que tú dices, esa capacidad de hacer mejores al resto, en definitiva de conseguir que jugaran como un auténtico equipo, porque eso es este deporte, aunque muchos de los jugadores actuales de la NBA lo olviden con demasiada frecuencia, un deporte de equipo.
Saludos y de nada por lo del nick, tu blog de baloncesto es absolutamente magistral y se merece eso y mucho, un abrazo.
En mi humilde opinión el mejor jugador de todos los tiempos, o al menos, el primero que me hizo disfrutar de verdad con el mundo del basket.
Genial post.
John, muchas gracias, ya somos dos los que pensamos así, un abrazo.
Que mala bestia...jeje!!, pedazo jugador la verdad, y pedazo de post, si, se merece todo este tipo, que grande, aunque yo sé muy poquito de baloncesto, aprecio algo,
saludos mágicos ;)
Muchas gracias Atikus, sí, fue muy grande, saludos.
Hala, ya me has emocionado.
Un post de magic, varios dedicados al buen basket, otros dedicados a los buenos cómics y haces publi de unicomic.
Oficialmente este se acaba de convertir en uno de mis blogs favoritos. ¡Oficialmente!
un abrazo y sigue con el buen curro
DANI SIMÓN
www.danielsimon.blogspot.com
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