Heavy liquid de Paul Pope

Paul Pope es en mi opinión, y sin ningún género de dudas uno de los autores más interesantes que pueblan el panorama del cómic contemporáneo a nivel mundial. En ese sentido he de reconocer que un principio, cuando vi dibujos sueltos de este autor, sin haber leído todavía ninguno de sus tebeos, estos me parecieron un tanto sucios y no muy atractivos; no obstante, en cuanto tuve la oportunidad de leer mi primer tebeo de este hombre, Batman Año 100, gracias a un no looking pass de Osukaru, mi primera impresión se desvaneció como un azucarillo. Sus dibujos integrados dentro de una narración son los más absorbentes y con mayor personalidad que he visto en los últimos años sin ningún género de dudas, de hecho me atrevería a decir que no había tenido la sensación como lector de que los dibujos tenían vida propia y podían salirse de las páginas desde Jack Kirby.

Al igual que en el caso de El Rey, aunque el estilo de Pope atesora múltiples influencias reconocidas por él mismo que van desde Picasso, hasta otros artistas clásicos del mundo del cómic como Alex Toth, Milton Caniff, Moebius o Hugo Pratt; Paul Pope es un mago del encuadre y domina como nadie el arte de la narración, consiguiendo desde el principio que el lector entre de manera fulminante en la historia con tan solo las primeras páginas, es más, diría incluso que las primeras viñetas, algo al alcance de muy poquita gente.


Heavy liquid es un tebeo que amalgama géneros como la ciencia ficción o el género negro, dentro de una atmósfera con toques de cyberpunk y en el que Paul Pope nos cuenta la historia de "S", un experto en la búsqueda de personas, con entrenamiento policial y militar, que se ha convertido en adicto a un extraño material de origen desconocido(el Heavy liquid del título), y que posee múltiples aplicaciones según iremos descubriendo a lo largo de la narración. Unos lo utilizan como un arma; otros, como nuestro protagonista, descubrirán que al cocerlo se convierte en un líquido negro que incrementa la percepción sensorial y mejora el rendimiento físico y mental; y otros como un misterioso coleccionista lo aglutinará para la fabricación de arte mediante la creación de esculturas conseguidas mediante la aleación con otros metales.

Precisamente este misterioso coleccionista contratará los servicios de "S" para que localice a una reputada escultora que lleva años desaparecida, y aquí es donde se intensifica el conflicto personal del protagonista, ya que la mujer que debe localizar es una antigua amante que decidió desaparecer de su vida hace unos años. La historia transcurre entre Nueva York y París, con una atmósfera plenamente urbana, no muy lejana de la que podemos respirar a diario en nuestras propias ciudades, con la salvedad de la mejora tecnológica y de transportes que posibilita que se pueda llegar desde Nueva York a París en apenas una hora o que los ciudadanos naveguen por internet gracias a sus lentes de contacto.

Heavy liquid aglutina, como he dicho antes, la ciencia ficción con el género negro, del que toma características y temas como el del pasado que vuelve a aparecer de nuevo en la vida del personaje protagonista, en este caso en forma de un viejo amor perdido; y también con el género de espionaje, a través de la búsqueda y persecución a la que someten las agencias gubernamentales a nuestro buscador de personas favorito. Paul Pope nos obsequia, no sólo con un guión modélico y un dibujo fascinante, sino también con una bellísima y económica utilización del color, tan solo blanco, negro, rojo y azul, y es que el autor de Batman: Año 100 no necesita más para traspasarle el corazón al lector.