sábado, 24 de noviembre de 2007

Dulces vientos y amaneceres tristes(III); Elvis Costello: North (2003)


Puede parecer extraño que en una sección como esta de jazz incluyamos un disco de Elvis Costello. De alguien, en definitiva que se supone que viene del mundo del pop o del rock. Ésa es al menos la etiqueta que tiene este hombre y por la que clasificamos superficialmente su discografía. Pero a poco que observemos su obra con atención veremos que no sólo sus discos enmarcables dentro del pop y el rock son muy diferentes entre sí, sino que tiene una obra bastante considerable fuera del estilo que le encumbró. Entre esas incursiones en otras músicas tenemos los discos de country y música americana( Almost Blue, King of America, The Delivery man), discos de música clásica, o bien con la mezzosoprano Anne Sofie Von Otter(For the stars) o bien su colaboración con el cuarteto de cuerda The Brodsky Quartet en The Juliet Letters; discos melódicos como su colaboración con Burt Bacharach en Painted from the memory, o aproximaciones al jazz vocal más melancólico en este North que ahora nos ocupa.


Y si además el disco es una obra maestra rotunda como es el caso, y encima accesible su inclusión en esta sección está justificada más que de sobra. El álbum trata de una ruptura , de los sentimientos de abatimiento que ella supone y de la irrupción de la alegría que conlleva la aparición de un nuevo amor. Esto se pone de manifiesto en el disco ya que los primeros temas son más tristes para poco ir irrumpiendo la alegría en canciones más optimistas tanto en las letras como en las melodías. De todas formas la melancolía, la añoranza, la tristeza presiden un disco magistral en el que Costello no usa toda su potencia vocal salvo en contadas ocasiones(When it sings), poniendo su voz al servicio de lo que estas canciones requieren , eso sí, con una calidad y una sensibilidad sobrecogedoras.


El disco tiene una instrumentación plenamente jazzística con trompetas, saxos , vibráfonos; pero sin duda el instrumento que preside las operaciones es el excelente piano de Steve Nieve. Los arreglos son exquisitos, pero realmente lo que nos lleva a emocionarnos son las canciones tal cual son, totalmente desnudas, como tuvimos la oportunidad de comprobar en su gira de ese año en la que tocó este disco completo y gran parte de su repertorio clásico únicamente con una guitarra, un piano y su poderosa y lírica voz para emocionar a un público que le fue plenamente fiel durante las tres horas que duró el concierto. Aunque la verdad es que canciones como You left me in the dark, Someone took the words away o Still por citar sólo unas pocas que nacieron clásicas y sólo podían provocar ese tipo de reacción en un público amante de la belleza hecha música.


La portada es una auténtica preciosidad, Costello paseando por una calle solitaria, abrigado, bajo la lluvia y en un maravilloso blanco y negro . Es una cubierta que emocionará a cualquiera que tenga buen gusto, sensibilidad y sangre en las venas.
Still

2 comentarios:

WODEHOUSE dijo...

Pues parece mentira que yo NO haya oído este disco, no lo tengo, ya ves...ahí tengo una cosa más que buscar en las rebajas.

La entrada se merece más comentarios pues está muy bien explicada y mimada incluso.
La foto sí la conocía y es preciosa, me recuerda a una de james dean paseando por Nueva York con un abrigo negro y mucho viento, que es muy famosa. Es una foto, como dices preciosa.
El vis costello tiene buen gusto y te puede salir con cualquier cosa, porque desde que nació se crió en un ambiente musical, su padre era músico de jazz y su madre algo relacionado, no sé si cantante, no recuerdo ahora mismo bien. Bueno, un saludo!

Jaime Sirvent dijo...

Hola Wodehouse, no sabía que habías comentado aquí. Muchas gracias. Es que me da que somos los únicos costellianos que hay en mi blog :(.