100 razones para amar los cómics

Woody Allen en su mítica Manhattan nos hablaba tumbado en un sofá de las razones por las que según él merece la pena vivir:" Marlon Brando, Groucho Marx, esas increíbles manzanas y peras de Cezanne, Louis Armstrong, algunas películas suecas....el rostro de Tracy". Secuencia capital dentro de su cine y también de mi vida, ya que el bueno de Woody daba en el clavo sobre todo aquello que hemos sentido alguna vez todos los que amamos más las diversas formas de cultura, como puedan ser la literatura, la música, el cine, los cómics... que a muchos miembros de nuestras familias. Si Woody aportaba estas razones para amar la vida, un servidor nunca ha podido evitar pensar que merecía la pena vivir por una asistencia ciega de Magic Johnson, por un yeahhhh de Los Beatles, por oír a Elvis Costello en plena lucha titánica para alcanzar las notas más altas, por los contrapuntos cómico-alcohólicos de las películas de John Ford, por la voz de Audrey Hepburn, por un gol de la selección de tu país en la prórroga de la final de un Mundial, por el rostro de Lara, y también lógicamente por los tebeos.

El amor por el noveno arte me ha acompañado desde la infancia, y aunque lo abandoné durante unos años, dicen que el primer amor es el que nunca se olvida. Ahí van por tanto mis recuerdos y sensaciones sobre mi primer amor. 100 razones por las que merece la pena amar los cómics.

1. Por esas incesantes, apuradas, ...desesperadas incursiones en el kiosco cuando era niño para ver si había salido el último número de Los Vengadores.

2. Por la alegría que sentía cuando efectivamente, habían salido Los Vengadores.

3. Por el recuerdo del júbilo que el niño que fui experimentaba cuando su padre, en los meses de verano, aparecía por el chalet que teníamos en el campo con el último número de Los Vengadores.

4. Lo habéis adivinado, por Los Vengadores, pero los clásicos, nunca por los engendros del señor Bendis.

5. Por la sensación de ir hoy en día a la tienda y descubrir que ha salido el correspondiente tomo Marvel Gold, de...adivinadlo, Los Vengadores. En ese momento vuelvo a ser el niño que fui.

6. Por la sensación de llegar a la tienda y sentirme bloqueado por un síndrome de Stendhal en los meses en los que hay novedades del Salón del cómic de Barcelona. No se puede soportar tanta belleza.

7. Por el mínimo y dulce letargo que provoca el olor de la tinta recién impresa.

8. Por comprobar que Watchmen, no importa las veces que se lea, continúa siendo Watchmen.

9. Por El arte de volar, merece la pena vivir.

10. Por el olor a desierto y a pólvora que desprenden las páginas de Blueberry.

11. Por la nieve cuando cae sobre Buenos Aires.

12. Por el milagro que supone introducirte en el túnel del tiempo y descubrir, en contra de sus propias declaraciones, que Frank Miller era un genio. Abres Ronin, DK o Born Again y te encuentras con un maestro, los cierras y te vuelves a encontrar con la triste realidad del tertuliano de Intereconomía que es ahora. Como siempre, la magia está en los tebeos, nunca en el mundo real.

13. Por la incontinencia imaginativa de El Rey.

14. Por esa joya del entretenimiento llamada Kamandi.

15. Por Los 4 Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby.

16. ....y por los de John Byrne.

17. Porque los Días del futuro pasado no son solo un disco de Moody Blues.

18. Por un tipo llamado Mort Cinder que ha vivido miles de años.

19. Por toda la obra de Alberto Breccia.

20. Por vislumbrar los interminables pliegues de la capa de Batman dibujada por Neal Adams.

21. Porque no solo Adams, también un tal Jim Aparo dibujó una de las mejores versiones que se recuerdan de El Hombre Murciélago.

22. Por el culto al exceso en el detallismo que es el Batman de Marshall Rogers.

23. Porque Neil Gaiman nos enseñó el maravilloso mundo de los sueños en Sandman.

24. Por el rostro de Kory en los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez.

25. Por poder ver como Robin por fin se hacía mayor de la mano de los mismos autores.

26. Por esa locura maravillosa que es la Doom Patrol de Grant Morrison.

27. Porque en Animal Man aprendimos a amar los animales y la ecología.

28. Porque la muerte de un guerrero kree puede emocionarme mucho más que la muerte de determinada gente de carne y hueso a la que conozco.

29. Por las impactantes portadas de Dave McKean en Sandman.

30. Por el milagroso dominio de las sombras de Jesús Blasco en Zarpa de Acero.

31. Por la sensación de poder decirle a un dibujo de Alex Ross: "levántate y habla".

32. Por las ilustraciones de Bill Sienkiewicz en su adaptación de Moby Dick.

33. Porque las lecciones de anatomía no solo las daba Rembrandt.

34. Por sufrir junto a Peter Parker la falta de dinero para pagar el alquiler.

35. Por esos tipos trajeados que dibujaba Steve Ditko.

36. Por el rostro de Mary Jane... dibujado por John Romita.

37. Por la indiscutible maestría de Gil Kane.

38. Por las siempre dinámicas páginas de Ross Andru.

39. Por las siempre innovadoras composiciones de página del maestro Will Eisner.

40. Porque salvo Woody Allen, nadie ha retratado la ciudad de Nueva York tan bien como él.

41. Por el constante reto narrativo que supone su Spirit.

42. Por la desbordante imaginación y sentido de la aventura que destila el Thor de Jack Kirby y Stan Lee.

43. Por la sencillez de dibujo y el dinamismo de la narrativa de Sal Buscema.

44. Por las luces y sombras de Gene Colan en La Tumba de Drácula.

45. Por el apasionante viaje realizado junto a Roger Stern para descubrir la identidad secreta de El Duende.

46. Por sentir la triste realidad de la vida en medio de la guerra en la colosal Fax from Sarajevo, de Joe Kubert.

47. Por el Sargento Rock: entre el infierno y algo peor, del propio Kubert y Brian Azzarello.

48. Por el Green Lantern de Geoff Johns.

49. Por cualquier tebeo escrito por Bill Mantlo.

50. Por el refinado trazo de ese genio llamado José Luis García López.

51. Por perderse en los suntuosos laberintos de unas calles de arena.

52. Por la estremecedora epopeya del Endurance de Luis Bustos.

53. Por los niños del Paracuellos de Carlos Giménez.

54. Por las innovadoras páginas del Nick Furia de Jim Steranko.

55. Porque con permiso de John Byrne, Neal Adams es el dibujante definitivo de La Patrulla-X.

56. Por las historias bélicas de la Warren.

57. Por la desbordante filosofía noir del Question de Denny O'Neil.

58. Por la arrebatadora oscuridad de La Última Cacería de Kraven.

59. Por la primera miniserie Batman-Grendel de Matt Wagner.

60. Por las óperas de P.Craig Russell.

61. Por el delicioso estilo retro de Steve Rude.

62. Por su dibujo y los guiones de Mike Baron en Nexus.

63. Por la desbordante imaginación del Thor de Walter Simonson.

64. Mundos vivirán, mundos morirán....o lo que es lo mismo la epopeya elevada a grado sumo en Crisis en tierras infinitas.

65. Por el Estela Plateada de John Buscema.

66. Por los monólogos de Estela Plateada escritos por Stan Lee.

67. Por la Guerra Kree Skrull.

68. Por toda la etapa de Roy Thomas en Los Vengadores.

69. Por ver a La Visión dibujada por John Buscema.

70. Por ver a Muhammed Ali currarle de lo lindo a Superman.

71. Por la selva del Amazonas que dibuja Dave McKean en Orquídea Negra.

72. Por Los Vengadores de Kurt Busiek y George Pérez(esa etapa no se puede reeditar en un formato tan ridículo, coño).

73. Por los oscuros rincones del Arkham Asylum de Grant Morrison y Dave McKean.

74. Porque Gary Frank me trae a Christopher Reeve cuando dibuja a Superman.

75. Por la ambigüedad moral de Sleeper.

76. Por el noir de Ed Brubaker en Criminal.

77. Por esa Canción triste de Gotham Central.

78. Por el rostro de Diana dibujado por George Pérez.

79. Por el deseo de tomarme una caña y unas gambas con los dibujantes protagonistas de El invierno del dibujante.

80. Por la existencialista y mística ciencia ficción de ese clásico llamado Starlord.

81. Por el hondo misticismo de La Odisea de la Metamorfosis.

82. Por ese grandísimo tebeo de aventuras que es Dreadstar.

83. Por el Shang-Chi de Doug Moench y Paul Gulacy.

84. Y también el de Gene Day.

85. Porque nadie puede detener al Juggernaut.

86. Por el Gilgamesh de Robin Wood.

87. Por los gulliverianos viajes de El peregrino de las estrellas, de Carlos Trillo y Enrique Breccia.

88. Por ese desaparecido genio llamado Héctor Germán Oesterheld.

89. Por la desbordante euforia que siento cuando leo en un blog que van a reeditar algún clásico.

90. Por todos los tebeos que me quiero comprar y aún no tengo.

91. Por perderme y no encontrarme en la laberíntica Ciudad, de Ricardo Barreiro y Juan Giménez.

92. Por la perfección del dibujo de Moebius.

93. Por el gran Víctor de la Fuente.

94. Por haberme podido tomar un café con Alcatena junto a un par de ilustres blogueros y un amigo.

95. Por Peter Milligan.

96. Por la línea clara de Hergé.

97. Porque la Galia nunca fue totalmente ocupada por los romanos.

98. Por el Flash Gordon de Alex Raymond, y por Hal Foster en el Príncipe Valiente.

99. Por Argentina.

100. y por supuesto, por GEORGE PÉREZ.

100 razones para amar el cómic, y para amar la vida.