Allá por el año 1966, fecha del estreno de Harper, investigador privado, hacía unos once años, en concreto desde el estreno en 1955 de esa obra maestra de Robert Aldrich llamada El beso mortal, que la figura del detective privado apenas tenía presencia en las salas de cine. Únicamente dos películas protagonizadas por el detective Mike Hammer, el mismo personaje del film de Aldrich, que fuera creado para la literatura por Mickey Spillane; My gun is quick(1957), y The girl hunters(1963) dejaron débil constancia de la existencia en las salas del detective privado en su sentido más clásico. Por tanto, la cinta dirigida por Jack Smight supuso, no solo una bocanada de aire fresco, sino la resurrección de uno de los máximos arquetipos del cine negro, aunque en este caso adaptado a los nuevos tiempos.
En el momento en el que comenzó el rodaje de Harper, investigador privado, Paul Newman ya había alcanzado un importante grado de madurez en una carrera que por aquel entonces ya contaba con clásicos del calibre de Marcado por el odio(1954), El largo y cálido verano(1957), El zurdo(1957), La gata sobre el tejado de zinc(1957), Éxodo(1960), El buscavidas(1960), Dulce pájaro de juventud(1961), o El premio(1963), por citar unos pocos. Estas películas suponían un indudable aval de solvencia para una carrera que aún le haría volar alto, y que le convertían en el intérprete idóneo para encarnar al detective Lew Archer, creado por el escritor Ross MacDonald, aunque para el cine vería su apellido cambiado al de Harper por sugerencia del propio Newman, quien creía que le daban suerte los títulos que comenzaban por H, y teniendo en cuenta que el título original de El Buscavidas es The Hustler, un servidor no puede hacer menos que darle la razón en dicha superstición.
El film de Jack Smight, incorpora una trama de investigación que recuerda vagamente al clásico de Howard Hawks, El sueño eterno, tanto por la premisa inicial, como por los sucesivos recovecos y palos de ciego que irá dando el personaje encarnado por Paul Newman, y también, por qué no decirlo por sus numerosos giros de guión. Otro punto en común con el film de Hawks, aparte de la presencia en ambos de la incomparable Lauren Bacall, todo un icono del noir más clásico, es el del personaje de Miranda, la joven malcriada interpretada por Pamela Tiffin, que recuerda vagamente al de similares características al que diera vida Martha Vickers en el inmortal film de Howard Hawks.
Harper, investigador privado tiene en su solvente reparto y en el efectivo guión escrito por William Goldman sus dos mayores bazas. En el primero encontramos intérpretes de la talla de Janet Leigh, Julie Harris, Robert Wagner, Arthur Hill o Shelley Winters, que añadidos a Paul Newman y Lauren Bacall forman un plantel de actores de primer nivel, mientras que en el caso del guión podemos encontrar ingeniosas y ácidas réplicas de diálogo tal y como marcan los cánones del género, y para muestra un botón"el fondo está lleno de buenas personas, solo el aceite y los bastardos ascienden" . Estos dos factores, unido al hecho de que podríamos considerar Harper, investigador privado como un film bisagra, a caballo entre los viejos esquemas del noir clásico y los nuevos conceptos que inundarían el género en los próximos años, recogiendo el testigo directamente desde El beso mortal(1955) para pasarlo a posteriores films como Gunn(1967), Hampa dorada(1967), El detective(1967), La mujer de cemento(1968), o Marlowe, detective muy privado(1969), lo convierten, a la vez, en un film fundamental en la evolución del género y en un entretenimiento que a día de hoy continúa funcionando, algo, sin lugar a dudas, muy difícil de conseguir.
En el momento en el que comenzó el rodaje de Harper, investigador privado, Paul Newman ya había alcanzado un importante grado de madurez en una carrera que por aquel entonces ya contaba con clásicos del calibre de Marcado por el odio(1954), El largo y cálido verano(1957), El zurdo(1957), La gata sobre el tejado de zinc(1957), Éxodo(1960), El buscavidas(1960), Dulce pájaro de juventud(1961), o El premio(1963), por citar unos pocos. Estas películas suponían un indudable aval de solvencia para una carrera que aún le haría volar alto, y que le convertían en el intérprete idóneo para encarnar al detective Lew Archer, creado por el escritor Ross MacDonald, aunque para el cine vería su apellido cambiado al de Harper por sugerencia del propio Newman, quien creía que le daban suerte los títulos que comenzaban por H, y teniendo en cuenta que el título original de El Buscavidas es The Hustler, un servidor no puede hacer menos que darle la razón en dicha superstición.
El film de Jack Smight, incorpora una trama de investigación que recuerda vagamente al clásico de Howard Hawks, El sueño eterno, tanto por la premisa inicial, como por los sucesivos recovecos y palos de ciego que irá dando el personaje encarnado por Paul Newman, y también, por qué no decirlo por sus numerosos giros de guión. Otro punto en común con el film de Hawks, aparte de la presencia en ambos de la incomparable Lauren Bacall, todo un icono del noir más clásico, es el del personaje de Miranda, la joven malcriada interpretada por Pamela Tiffin, que recuerda vagamente al de similares características al que diera vida Martha Vickers en el inmortal film de Howard Hawks.
Harper, investigador privado tiene en su solvente reparto y en el efectivo guión escrito por William Goldman sus dos mayores bazas. En el primero encontramos intérpretes de la talla de Janet Leigh, Julie Harris, Robert Wagner, Arthur Hill o Shelley Winters, que añadidos a Paul Newman y Lauren Bacall forman un plantel de actores de primer nivel, mientras que en el caso del guión podemos encontrar ingeniosas y ácidas réplicas de diálogo tal y como marcan los cánones del género, y para muestra un botón"el fondo está lleno de buenas personas, solo el aceite y los bastardos ascienden" . Estos dos factores, unido al hecho de que podríamos considerar Harper, investigador privado como un film bisagra, a caballo entre los viejos esquemas del noir clásico y los nuevos conceptos que inundarían el género en los próximos años, recogiendo el testigo directamente desde El beso mortal(1955) para pasarlo a posteriores films como Gunn(1967), Hampa dorada(1967), El detective(1967), La mujer de cemento(1968), o Marlowe, detective muy privado(1969), lo convierten, a la vez, en un film fundamental en la evolución del género y en un entretenimiento que a día de hoy continúa funcionando, algo, sin lugar a dudas, muy difícil de conseguir.
Años después se rodaría una secuela dirigida por Stuart Rosenberg y protagonizada de nuevo por Paul Newman, Con el agua al cuello, pero ésa ya es otra historia.
Harper, investigador privado
País: Estados Unidos
Título original: Harper
Año:1966
Intérpretes: Paul Newman, Arthur Hill, Julie Harris, Robert Wagner, Lauren Bacall, Janet Leigh, Pamela Tiffin, Robert Wagner, Shelley Winters, Robert Webber.
Guión: William Goldman basado en la novela The moving target, de Ross MacDonald
Fotografía: Conrad Hall
Música:Johnny Mandel
Productores: Jerry Gershwin y Elliot Kastner
Productora: Warner Bross
Director: Jack Smight
4 comentarios:
Pues sí. Es una peli entretenida, y yo tenía la misma impresión que lo que cuentas aquí... una puesta al día de alguna de Marlowe.
Te quería preguntar una cosa sobre esta: El final.
¿Cómo crees que acaba?
En mi opinión, está claro que por el modo que levanta los brazos, al final decide no "entregar" al único amigo que tiene, ¿no? Es un final algo abierto, pero a mí me gusta bastante.
La de Con el agua al cuello (que vi a la semana siguiente) me parece incluso mejor que esta. Más... no sé... Esta parece una peli de los años cuarenta ambientada en los sesenta...la otra es como más... no sé... me gustó más. Punto. Ja,ja...
Ya me dirás cuál prefieres.
Un saludo.
David, yo pienso igual que tú, que decide no entregar al único amigo que tiene, aunque sí que es verdad que lo dejan un poco abierto, pero yo me decanto por esa opción.
La de Con el agua al cuello recuerdo que me gustó, pero hace bastante tiempo que no la veo, no la tengo fresca, así que no me atrevo a comparar con ésta. Cuando la vuelva a ver te enterarás porque haré post, un abrazo.
Vale. Entonces pensamos lo mismo.
Yo había visto las dos hace muchos años, y las recordaba muy poco (la escena final de la de Con el agua al cuello (con esas cosas te quedas de crío). Por eso me apeteció revisarlas hace nada.
Estoy con vosotros (la he vuelto a ver hace poco) el final queda en suspenso, pero más cerca de la opción de "para que vamos a mover el tema".
Y también creo que es una nueva vuelta de tuerca al noir, a caballo entre el clásico y el que vendrá luego con los Tarantino y demás.
Saludos!
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