martes, 14 de diciembre de 2010

The Phantom Zone de Steve Gerber y Gene Colan


Jim Shooter es, sin ningún género de dudas, un personaje controvertido. Por un lado es un guionista que aunque pueda tener sus puntos fuertes y sus momentos de gloria(estoy pensando en concreto en su trabajo en la Legión de superhéroes), no deja de ser un mediocre, al menos en la modesta opinión del que suscribe, en comparación con guionistas del calibre de Gerry Conway, Roy Thomas, Len Wein, Marv Wolfman, Roger Stern, Bill Mantlo, Chris Claremont o Steve Gerber por citar a unos cuantos de sus coetáneos. Sin embargo, la figura de Shooter como editor es digna de ser tenida en cuenta, ya que bajo su mandato la Marvel de los años 80 parió un sinfín de obras maestras tales como el Daredevil de Frank Miller, el Thor de Walter Simonson, La Patrulla-X de Chris Claremont, Los 4 Fantásticos de John Byrne por citar algunas de las obras más señeras de dicho periodo. Indudablemente la calidad de los autores mencionados está fuera de toda sospecha, por lo que cabría plantearse hasta que punto Shooter influyó en la calidad de las obras publicadas en la época.



En ese sentido, es innegable que sin el férreo control que Jim Shooter ejercía sobre la Marvel de la época, historias como La Saga de Fenix Oscura, mítica aventura de la Patrulla-X, no sería la obra maestra de aliento trágico y con sabor a réquiem que es hoy en día. De todas formas, y a pesar de que Shooter en muchas ocasiones aportaba sugerencias que mejoraban claramente las historias, también se las hizo pasar putas a profesionales como Gene Day, a quien las caprichosas y dictatoriales injerencias de Jim Shooter le costaron prácticamente la salud y la vida, Bill Mantlo, quien se alejó de la escritura de cómics en gran medida por culpa de Shooter, y otros muchos que optaron por abandonar Marvel para pasarse a la Distinguida Competencia, como pueden ser los casos de Gerry Conway, Roy Thomas, Marv Wolfman, George Pérez, Steve Gerber o Gene Colan. Por lo tanto, si tuviéramos que comparar a Jim Shooter con un entrenador deportivo, éste sería más del corte de un Manuel Preciado, Javier Clemente o Luis Aragonés, en el caso del fútbol, o en el caso del baloncesto de un Dusko Ivanovic, quizás mucho más adecuada la comparación, ya que tanto por estatura física como por metodología chusquera y carcelaria se asemeja muchísimo más al guionista de Secret Wars.




Muchos de vosotros os preguntaréis"¿qué coño hace este tío hablando de Jim Shooter y de Marvel cuando este tebeo es de DC y además Shooter no aparece ni para tomar los cafés?", pues bien, fundamentalmente porque este tebeo no existiría si Steve Gerber y Gene Colan no hubieran abandonado Marvel por desavenencias con Shooter.



Steve Gerber
fue uno de los guionistas más inclasificables y personales que dio el cómic americano en la década de los 70, autor de una etapa en Los Defensores con dibujos de Sal Buscema, y de obras tan personales como Howard, the duck junto a Gene Colan, Man-Thing con dibujos en su mayor parte de Mike Ploog, aunque la serie también contara con episodios realizados por autores de la talla de John Buscema o Alfredo Alcalá, Omega, the unknown y Los Guardianes de la Galaxia. En estas dos últimas obras no tuvo tanta suerte con los dibujantes, ya que le fueron asignados los mediocres Jim Mooney y Al Milgrom respectivamente.




La carrera de Gene Colan no necesita ninguna presentación para los lectores habituales de este blog, aunque en atención a aquéllos que se incorporen por primera vez(ya lo decía Jim Shooter"éste podía ser el primer tebeo para alguien") podemos hacer una breve semblanza de las obras más importantes de este autor en el seno de Marvel, como bien pueden ser su larguísima etapa en Daredevil, su Capitán América junto a Stan Lee, en el que salió más que airoso de la ardua tarea que supone siempre sustituir a Jack Kirby, su Howard, the duck anteriormente citado, su maravillosa etapa en Doctor Extraño acompañado de escritores de la talla de Roy Thomas, Steve Englehart y Chris Claremont, o la que muy probablemente sea su obra maestra en el seno de La Casa de las Ideas, La tumba de Drácula, realizada junto a Marv Wolfman.



Éste es el bagaje que presentaban ambos autores en su desembarco en DC, con lo que no es ninguna sorpresa que The Phantom Zone sea una obra maestra que incomprensiblemente permanecía totalmente inédita en España. El concepto de La Zona Fantasma apareció por primera vez en un cómic en 1961, en concreto en la serie protagonizada por Superboy, Adventure Comics, de la mano de Robert Bernstein y George Papp, y consistía en una dimensión descubierta por Jor-El, el padre de Kal-El, en la que los seres que eran encerrados en ella vivían como espectros desprovistos de necesidades físicas y por los que no pasaba el tiempo, aunque tampoco podían salir de ella, ni intervenir en nuestro plano a pesar de que eran capaces de ver todo lo que ocurría en el exterior. La Zona Fantasma pronto fue utilizada en el planeta Krypton como prisión en la que encarcelar a los criminales más peligrosos, y en el momento en el que el planeta estalló, los criminales al encontrarse a salvo en dicha dimensión sobrevivieron a su apocalíptico final.



En el momento de publicarse la obra de Steve Gerber y Gene Colan, el concepto de la Zona Fantasma gozaba de una enorme popularidad, gracias a su aparición en la película Superman II dirigida por Richard Lester en el año 1980, por lo que no era algo que resultara en absoluto ajeno ni al gran público ni a los lectores de cómics, que en principio podían esperar una especie de remake de la película trasladado al papel. Afortunadamente nada más lejos de la realidad, ya que la historia contada por Gerber y Colan posee muchísimo más alcance y madurez intelectual que el film de Lester. En principio y si atendemos a una sinopsis superficial de la obra nos encontramos con un puñado de criminales que consiguen escapar de la Zona Fantasma, confinar en ella a Superman, conquistar el mundo, y a partir de aquí Superman debe intentar escapar de su cárcel para poder combatir a los kriptonianos fugados junto a otros héroes de la Tierra como Supergirl, Green Lantern, Batman y Wonder Woman. Vista de esta forma podemos pensar que nos encontramos ante una obra simplista, pero es el tono metafísico que impregna el tebeo, con unos villanos que ni actúan cohesionados ni pretenden todos conquistar el planeta como ocurría en el film de Richard Lester(en la película únicamente eran tres los fugados, aquí son muchos más), y que en muchas ocasiones intentan integrarse en La Tierra para continuar con el modo de vida que tenían en Krypton, fieles a sus obsesiones y su modo de delinquir, el que nos indica que nos encontramos sin ningún género de dudas ante una obra de mayor alcance. Únicamente el General Zod junto con sus secuaces más cercanos pretende la invasión megalómana y al mismo tiempo nos ofrece la amenaza principal a la que han de enfrentarse los héroes.


Sirva como ejemplo de que no nos encontramos ante un cómic menor la descripción que Steve Gerber realiza de la Zona Fantasma"Es el mundo del eterno crepúsculo, un lugar entre el ser y la nada...una dimensión sin dimensiones, sin horizontes, sin sensaciones, sin esperanza. Sus habitantes son meras impresiones de sus antiguos seres, cuerpos astrales que vagan en la niebla y hablan en pensamientos...aunque no existe en este lugar la auténtica comunicación: simplemente, hay una suma de existencias".

En condiciones normales a Superman le correspondería ser el Aquiles de La Ilíada con dos talones en forma de kriptonita y magia, pero en la miniserie de Gerber y Colan, en su devenir a través de la Zona Fantasma y sus diversos niveles se asemeja más bien al Ulises de La Odisea. Independientemente de que posea o no sus poderes según los diversos niveles que va atravesando, resulta absolutamente imposible que Superman pueda valerse de su fuerza para continuar triunfando ante unas amenazas que apelan a su inteligencia, su valor y su alma, y cuyo poder crudo excede con mucho al que posee El Hombre de Acero. Kal-El junto a su acompañante, el kriptoniano Quex-Ul, se enfrentará(sin poderes) a criaturas aladas de aspecto demoníaco, y una vez los recupere a unas particulares "sirenas" que habitan en la Zona, y cuya irrupción se producirá con el siguiente mantra"¡No hay virtud que quede impune!, no hay crimen sin recompensa. Por sus remordimientos conocerás a los necios. Bebe de la necedad que te ofrezco...lávate en la corriente de la perversión..y en la falsedad, ¡encontrarás la verdad!", y finalmente a Aethyr la entidad que gobierna la Zona. Kal-El deberá aferrarse a su sentido de la existencia, a su sentido del deber y a su cordura para poder salir airoso y regresar a su Ítaca.

Si el guión de Steve Gerber es una maravilla, tanto en lo que se refiere a estructura y arquitectura de la narración, como a las lecturas que encierra(funciona en distintos niveles: como relato metafísico, como prueba de iniciación que debe superar el héroe, y sobre todo también como divertido tebeo de aventuras) y a la belleza literaria de muchos de los textos; no debemos olvidarnos bajo ningún concepto del excepcional trabajo que realiza Gene Colan a los lápices, y el filipino Tony De Zúñiga a las tintas para mostrarnos con todo lujo de detalles el mundo pesadillesco de La Zona Fantasma. El dibujante de La Tumba de Drácula demuestra una vez más que es un maestro del género de terror en los pasajes ambientados en La Zona Fantasma, y que es un maestro de la narrativa dibujada en cada una de las páginas de esta magistral miniserie.

The Phantom Zone, un cómic magistral en el que Jim Shooter no tuvo absolutamente nada que ver, y es que se demuestra una vez más que para hacer buen baloncesto no es necesario un entrenador como Ivanovic, sino una abundante dosis de talento, y de eso Steve Gerber y Gene Colan andan sobrados, como no podría ser de otra manera tratándose del equipo creativo de Howard, the duck.

9 comentarios:

Bruce dijo...

Me alegra que te haya gustado. Buena reseña, pardiez.

Jaime Sirvent dijo...

Muchas gracias, lo mismo digo.

Mo Sweat dijo...

Digo lo mismo que Bruce. Yo aun no lo he leído, pero ya lo tengo puesto en mi estantería dedicada sólo al maestro Colan... como Jemm, que me parece aun mejor si cabe, al menos en cuanto al apartado gráfico.

Saludos.

Jaime Sirvent dijo...

Mo, todavía no he comprado Jemm, pero por lo que he podido ver en la página de Planeta, a nivel gráfico tiene una pinta brutal. La que en principio me parece más floja es Wonder Woman, al menos por lo que he hojeado, ya os diré mi opinión cuando la lea. Saludos.

ethan dijo...

Solo un comentario con respecto a estas fechas:

Feliz Navidad y espero que el 2011 sea un año en el que se cumplan todas tus aspiraciones!

WODEHOUSE dijo...

Jaime: Feliz Navidad y felices vacaciones. bssssss.

corsariosinrostro dijo...

Muy buena reseña. Justo lo que necesitaba, el empujón que me ayudara a decidirme a comprar este libro.

Jaime Sirvent dijo...

ethan, wodehouse,muchas gracias, felices vacaciones.

Jaime Sirvent dijo...

Corsario,me alegro de que te haya gustado.El tebeo es muy bueno, eso sí, todavía no he empezado a leer lo de Wonder Woman q viene,así que no sé como estará eso, saludos y feliz navidad