lunes, 14 de julio de 2008

Centauros del desierto



Sin ningún género de dudas nos encontramos ante una de las mejores películas, no sólo de la historia del western, sino de la historia del cine en general. La película se inicia con una puerta que se abre y de cuyo interior vemos salir a una mujer que espera a un hombre. Ese hombre es Ethan Edwards que regresa tres años después del final de la Guerra de secesión a la casa de su hermano Aaron, y la mujer que le abre es su cuñada Martha. Pronto comprendemos, a través de las miradas de ambos, que hay mucho más detrás de ellos que una simple relación entre cuñados. Ver como Martha(Dorothy Jordan) acaricia la capa de Ethan y cómo se la devuelve antes de que éste se marche para no volverlo a ver más , nos dice muchísimo sobre la valía de John Ford para dirigir actores y para poner la cámara en el lugar y en el momento adecuados dando una vez más una lección de humanidad al alcance de muy pocos cineastas.

Ellos deben dirigirse a investigar unas acciones de los indios , y por ello se alejan bastante del rancho, lo suficiente como para no poder impedir que toda la familia Edwards sea asesinada y sus hijas , la adolescente Lucy, y la niña Debbie raptadas. Ver la cara de John Wayne al borde de su caballo sabiendo que debe detenerse para que éste descanse y poder tener opciones de llegar a tiempo al rescate aún sabiendo que las opciones de hacerlo son mínimas, ver esa cara reflejando temor e impotencia a perder a la única mujer que ha querido jamás es un auténtico placer para cualquier espectador mínimamente sensible.



La película a partir de entonces es una búsqueda incansable a lo largo de los años por parte de Ethan y Martin(Jeffrey Hunter) para encontrar a Debbie, una búsqueda inagotable y enfermiza por parte de un Ethan que no descansará hasta haber encontrado a Debbie, hasta haber vengado la muerte de Martha o incluso hasta haber matado a Debbie porque ya no será una mujer blanca sino una de ellos, una india. John Wayne no interpreta en esta ocasión a un héroe positivo, todo lo contrario, encarna a un personaje racista, malhumorado, insensible, despreciable, incapaz de expresar ternura o amor aunque los sienta ; un hombre que dio su juramento a los confederados del Sur y para el que la guerra se puede decir que no ha acabado " Lee se rindió , yo no", exclama.

John Ford nos da la sensación de paso del tiempo , para que la búsqueda no fatigue al espectador, valiéndose de la carta que Martin escribe a Laurie(Vera Miles) contándole sus peripecias en la incansable y aparentemente inacabable tarea que llevan a cabo , entre ellas su boda accidental con una mujer india. Esta boda y sobre todo la fría despedida de la carta llevarán al personaje de Vera Miles a pretender casarse con otro hombre. De nuevo la historia de Ethan y Martha se repite, ella ante el pavor a quedarse sin marido y ser una solterona elige a otro.

Finalmente, Ethan y Martin darán con Debbie(Natalie Wood) , y aunque Ethan intentará matarla al haberse vuelto una de ellos, no lo hará porque terminará reconociendo en ella a la carne de su carne, a la hija de Martha, lo único bueno que hubo en su vida; y al igual que al principio de la película cuando era una niña ,la levantará en vilo y la acogerá en sus brazos como si todavía fuera esa niña a la que regaló su condecoración del ejército mexicano. La película en ese sentido tiene una estructura circular, acaba igual que empieza, si antes esa puerta se abría para dar paso a Ethan, ahora todos los personajes entran en ella y se cierra de nuevo sobre Ethan. El único que no pertenece a ningún lugar, el personaje errante y nómada, desheredado de la fortuna y condenado a vagar constantemente porque nada le ata a ningún lugar.


Centauros del desierto no es un western como los demás , es un western que rompe con la mitología del género mostrándonos a un protagonista que en absoluto es positivo, algo que John Ford repetirá en otra memorable película, Dos cabalgan juntos, con la que posee algunos puntos en común, como puede ser la temática de mujeres blancas secuestradas por los indios. John Ford solía desmitificar su trabajo como director sobre todo a partir del surgimiento de la política de los autores auspiciada por Cahiers du cinema, en ese sentido solía decir que Centauros del desierto era un western más, uno de tantos ; y si por ejemplo, alguien como Peter Bogdanovich teorizaba sobre el significado de la puerta que se abre y se cierra al principio y al final de la película, Ford respondía con un "Mmmmmm..." restándole toda la importancia a su película. Sin embargo años atrás, en 1957, en una entrevista a Jean Mitry , con el rodaje inminente de Centauros del desierto, John Ford le dijo algo mucho más sincero que revela una conciencia de artista"Emprenderé la realización de un gran western con un tema que me interesa y que corresponde a lo que usted llamaría "mi mundo". Se trata de unos pioneros que buscan a una niña raptada por los indios. Es una especie de obra épica psicológica". El propio Ford por tanto, era plenamente consciente del calado de la obra que pretendía hacer, como lo ha sido durante toda su carrera, siendo totalmente falsa y al mismo tiempo entrañable su técnica de jugar al despiste sobre su propia obra, mostrando una humildad de la que podrían aprender muchas de las estrellitas actuales de la dirección con ínfulas culturetas , y sobre todo , y lo que es más importante unos resultados muy superiores en cuanto a emoción y calidad cinematográfica a los de estos últimos.


Si la dirección de John Ford es modélica y espectacular haciendo un despliegue de talento en cada fotograma , y las interpretaciones de los actores son espléndidas, es de justicia mencionar el maravilloso trabajo del director de fotografía Winton C. Hoch sobre todo en las escenas de interior noche, como la secuencia del ataque indio al rancho que Ford resuelve de manera brillante mediante la tensión y el suspense en los momentos previos al ataque, valiéndose de la elipsis para mostrar los resultados de la acción de los indios. Esto último será una constante a lo largo de la película, ya que no veremos en ningún momento a los indios asesinando a nadie en toda la película, apareciendo todas estas acciones o bien elididas , o bien fuera de plano, como el momento en el que Brad Jorgensen(Harry Carey Jr) es asesinado por los indios.



Una obra maestra del séptimo arte que demuestra una vez más y por si hacía falta que el western es un género tan bueno como cualquier otro para mostrar las miserias , las flaquezas y por qué no, también las virtudes del ser humano. A fin de cuentas los géneros no son más que envoltorios en los que plasmar una determinada historia, mientras que los personajes siempre serán hombres y mujeres con sus debilidades y sus conflictos, pudiendo cualquier cineasta plasmar cualquiera de estos temas ya sea en el género negro, el drama, el western, el bélico o la ciencia ficción con la misma rotundidad, por tanto no hay géneros mayores o menores, o con más prestigio o menos , sólo hay historias que pueden y deben ser contadas. A este respecto se me ocurre el ejemplo de Solo ante el peligro y Atmósfera cero, ambas cuentan exactamente la misma historia, usando los mismos recursos, sólo que la primera ambienta la misma en el terreno del western y la segunda en el de la ciencia ficción, pero el conflicto es el mismo; otro ejemplo sería lo que hizo Raoul Walsh con El último refugio, historia adscrita al film noir, que posteriormente repitió en el ámbito del western en la también clásica Juntos hasta la muerte . Esto demuestra que el western es simplemente una época y un lugar en el que transcurren una serie de cosas , un marco desde el cual se pueden contar historias de cualquier tipo y en el que John Ford era un maestro.

Centauros del desierto
Título original: The Searchers
Año: 1956
País: Estados Unidos
Intérpretes: John Wayne, Jeffrey Hunter, Vera Miles, Ward Bond, Natalie Wood, John Qualen, Olive Carey, Henry Brandon, Harry Carey Jr, Walter Coy, Dorothy Jordan, Pippa Scott, Lana Wood
Guión: Frank S. Nugent según la novela de Alan LeMay
Fotografía: Winton C. Hoch
Producción: C.V. Whitney Pictures para Warner Bros
Música: Max Steiner
Productores: Merian C. Cooper y Patrick Ford
Director: John Ford

8 comentarios:

BELDARIN dijo...

Un peliculon no se puede decir nada mas. Para mi la mejor pelicula de John Wayne. El mito de indios y vaqueros y la investigación de este hasta conseguir su objetivo. Un peliculon con mayusculas CENTAUROS DE DESIERTO.

Jaime Sirvent dijo...

Muchas gracias Beldarin, obviamente estoy de acuerdo en todo lo que dices. Un saludo amigo.

Anonymous dijo...

Lo único que puedo decir de este título es que afirmo y no confirmo que después de la ingesta de 1/2 kg de champiñones a la vinagreta el recto puede llegar a su máxima expresión sonora.

Fragmento extraido del ensayo gástrico de Ramón Maria Calderé: "Tu padre si que es un centauro"

Soldier-X dijo...

es todo un peliculon , de western quiza el mejor con permiso de la diligencia

Mikel dijo...

Coincido. Gran, gran, gran película. Mi favorita de Ford, junto con El Hombre que mató a Liberty Valance (aunque he de confesar que ésta última me gusta AÚN MÁS)...
Saludos a todos!

Jaime Sirvent dijo...

Pues sí, Soldier peliculón en toda regla y La diligencia otra obra maestra como la copa de un pino.

Mikel, es difícil elegir entre esta y Liberty Valance, dos obras maestras de enorme peso, bienvenido.

atikus dijo...

Enorme pelicula, desde luego, totalmente deacuerdo con las afirmaciones, es que esa combinación de actor-director!!

y el final...el final es apoteosico, tremendo, si sin duda no sólo como western sino como peli, aunque no les guste a la gente este género es una peli de obligado visionado para entender el cine.

saludos

Jaime Sirvent dijo...

Totalmente de acuerdo Atikus, es una de esas obras maestras incontestables que justifican la existencia del propio cine.

Anónimo,Ramón María Calderé era un inconsciente capaz de mezclar una talega de oso con excremento de rana, azúcar y perejil y pretender hacer arte con ello. Así que me sorprende que se escandalice por hacer un centauro a la brasa en pleno desierto.