Ayer miércoles 21 de noviembre nos dejaba para siempre el que probablemente sea el mejor actor español de todos los tiempos. Fernando Fernán Gómez fallecía fruto de una enfermedad provocando un vacío y un hueco irreparables en la cultura y en la cinematografía española.
Aunque su labor más conocida transcurrió dentro del mundo del cine también cultivó otras disciplinas artísticas como la dramaturgia( Las bicicletas son para el verano, Los invasores del palacio...), el ensayo(El actor y los demás, El arte de desear...), la novela( El viaje a ninguna parte, El ascensor de los borrachos, Capa y espada...), la poesía(A Roma por algo, El canto es vuelo),sus libros de memorias (El tiempo amarillo), literatura infantil( Los ladrones, Retal). Todo ello le valió para ocupar el sillón con la letra B en la Real Academia Española en 2000 y a ser galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año 1995.
De todas formas , y a pesar de sus excelentes incursiones en otros campos, a Fernando Fernán Gómez se le recordará sobre todo por esa voz grave repleta de matices que podía transportarte a cualquier lugar y a cualquier situación; y por esa enorme capacidad para dominar cualquier registro como demostró en películas como El espíritu de la colmena (Víctor Erice), El viaje a ninguna parte(dirigida por él mismo), Ana y los lobos, Mamá cumple 100 años(Carlos Saura), Pim, pam, pum...¡Fuego!(Pedro Olea), Stico(Jaime de Armiñán), La mitad del cielo(Manuel Gutiérrez Aragón) , Belle epoque( Fernando Trueba), El abuelo(José Luis Garci) o Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar).
Tampoco hay que olvidar su excelente labor detrás de la cámara de la que destacaríamos El malvado Carabel(1956), La vida por delante(1958) y muy por encima de todas El extraño viaje, excelente película del año 1964 que narraba de forma muy sutil y elegante la represión sufrida durante el régimen franquista , y El viaje a ninguna parte del año 1986 basada en su propia novela homónima. Descanse en paz.
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