sábado, 4 de junio de 2011

Midnight in Paris

La consideración crítica de Woody Allen, en el amplio periodo que comprende desde Annie Hall hasta Desmontando a Harry, o al menos el estatus ganado a pulso que consiguió alcanzar hasta esta última, era el de un director que hacía una obra maestra al año, quizás un poco exagerado pero tampoco excesivamente alejado de la realidad. Sin embargo en los años posteriores a Desmontando a Harry, el autor de Delitos y faltas ha demostrado claros signos de decadencia dentro de su universo personal, alternando películas interesantes como Melinda y Melinda, Match Point o Cassandra's dream con trabajos alimenticios que palidecían en comparación con su obra pasada, como pueden ser Vicky Cristina Barcelona, Todo lo demás, Acordes y desacuerdos, y Conocerás al hombre de tus sueños, por citar tan solo unos pocos, en los que en el mejor de los casos citábamos el mantra de que para ser de Woody Allen son flojitas pero siguen siendo de lo mejor de la cartelera(y sí, esta última suele dar asco). Por lo tanto, Woody Allen ahora mismo no es garantía de una obra maestra, o al menos de una película interesante cada año. Sin embargo sigue siendo un valor seguro en cuanto al mantenimiento de unos mínimos de calidad, y que de vez en cuando demuestra que quien tuvo retuvo y es capaz de reverdecer viejos laureles. En ese sentido, su última propuesta, Midnight in Paris, es sin ningún género de dudas, su mejor película desde Match Point, y al menos a un servidor le sirve para recordarle por qué ha sido fan de Woody Allen durante tanto tiempo, y para renovar la fe en el neoyorkino aunque sea hasta la próxima película.
Midnight in Paris nos cuenta la historia de Gil, interpretado por Owen Wilson, un guionista de Hollywood que ha viajado a París junto a su prometida, interpretada por Rachel MacAdams, para terminar de escribir su primera novela acerca de un tipo que tiene una tienda de memorabilia. Al igual que el personaje de su propia historia, Gil es un tipo que vive apegado en el pasado, en concreto en los años 20, en la música de Cole Porter, en definitiva en el París de los años 20 con Gertrude Stein, Dalí, Picasso, Buñuel, Hemingway o Scott Fitzgerald, y por todo ello, por vivir anclado en el pasado su vida no termina de arrancar, aunque será precisamente gracias al pasado por lo que podrá comenzar a encauzarla.
Woody Allen, vuelve a conjugar lo real y lo fantástico como ya hiciera en películas como La rosa púrpura de El Cairo y Alice, y si en éstas veíamos cómo los personajes de una película atravesaban la pantalla para convertirse en seres reales, o bien, cómo una mujer tomaba unas hierbas que le permitían volar o volverse invisible, en esta ocasión el personaje interpretado por Owen Wilson sube todas las noches a un coche que le permite viajar a sus idolatrados años 20 y encontrarse con todos los personajes que admira. El gran riesgo que tenía este planteamiento era que éste se convirtiera en un simple paseo por esa época, y en un ejercicio masturbatorio en el que el personaje alterego del cineasta simplemente conociera a un montón de mitos por el mero hecho de conocerlos, y que únicamente sirviera como excusa para encadenar un montón de chistes. Afortunadamente, Woody Allen a partir de Annie Hall abandonó la mera concatenación de chistes ingeniosos que practicaba en su primera época, y aquí, una vez más, nos da una brillante idea que está al servicio de una historia en la que podemos encontrar viejas constantes de su cine como los problemas matrimoniales, o la figura de ese pedante de glosopeda, ya saben los seguidores de Manhattan que glosario y pedantería se han fundido en glosopeda, que perfectamente podría haber estado en la cola del cine de Annie Hall hablando sobre Fellini y Marshall McLuhan.
El autor de Zelig sortea hábilmente el máximo error que cometió en Vicky Cristina Barcelona, que no es otro que el de no haber conseguido en ningún momento integrar la ciudad dentro de la narración convirtiéndola en un personaje más de la historia. Si en Vicky Cristina Barcelona, esta última no era sino una estampa turística con guía incorporada, en Midnight in Paris, Woody Allen consigue integrar, de la misma manera que William Wyler lo hizo con Roma en Vacaciones en Roma, a la capital gala dentro de la narración, es más sin París no sería posible la película. Muy probablemente el realizador de Otra mujer no consiguió esto con Barcelona porque a diferencia de París y de la cultura francesa en general, su filiación con nuestra cultura y nuestras ciudades es más bien reciente, concretamente desde que recibió el Premio Príncipe de Asturias de las artes y quedó prendado de Oviedo. Antes de esto, Woody Allen nunca citaba, de la misma forma que nunca ha mencionado a John Ford, en las entrevistas ninguna influencia española, ya fuera literaria, musical o cinematográfica. A diferencia de lo que le ha ocurrido con nuestro país la influencia francesa en Allen es innegable, e incluso ya había usado París anteriormente en su cine(Todos dicen I love you), y por tanto Midnight in Paris es fruto de ese cariño profundo y sincero por un país y una ciudad que llevaban años incrustrados en el ADN, y cuando eso ocurre el resultado es auténtico(Midnight in Paris) y no postizo(Vicky Cristina Barcelona).
En definitiva, Midnight in Paris es una deliciosa película que nos reconcilia hasta el año que viene con el mejor Woody Allen.



Midnight in Paris
Año:2011
País: Estados Unidos, España
Intérpretes: Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel MacAdams, Kathy Bates, Michael Sheen, Adrien Brody, Carla Bruni, Alison Pill, Tom Hiddleston, Léa Seydoux, Kurt Fuller.
Música: Varios
Fotografía: Darius Khondji
Guión y Director: Woody Allen

9 comentarios:

Osukaru dijo...

En uno de tus primeros párrafos dices:

"Por lo tanto, Woody Allen ahora mismo NO es garantía de una obra maestra, o al menos de una película interesante cada año".

Me sobra ese "no", ¿no querías decir lo contrario, que Allen es garantía de una obra maestra o al menos de una peli interesante al año?.

Por lo demás, genial reseña y totalmente de acuerdo, caballero.

Un abrazaco!.

Jaime Sirvent dijo...

No, quiero decir lo que he dicho, Woody Allen era garantía de una obra maestra o de una peli interesante anual en el periodo que comprende desde Annie Hall hasta Desmontando a Harry. Ahora simplemente me parece garantía de una película por encima de la media al año,y cada cuatro o cinco de una película interesante cercana a la obra maestra.

Otro abrazo.

WODEHOUSE dijo...

Ya conoces que mi lema siempre ha sido: "La peor peli de woddy allen es la mejor de la cartelera", he visto todas menos la de Viky, cristina...porque no trago a los actores, pero por woddy hubiese ido.
Ante ver un insoportable partido en la tele en el que el Barsa ganaba la liga (en casa son ddel Barsa con todos los vecinos encontrados) o irme al cine, me fui a ver esta peli en V.O. y de guión flojete, pero con una fotografia agradable y un vestuario y decoraciones fascinates. Me lo pasé muy bien.
La recomiendo. Un beso.


Lee esto:
http://pilarsmp.blogspot.com/2011/06/diario-intermitente-de-wodehouse-tengo.html

Jaime Sirvent dijo...

¿de guión flojete?, pues a mí el guión me ha parecido una preciosidad.

Un besito.

WODEHOUSE dijo...

bueno, pero no es tan elaborado como el de Match Point, por decir una de las ultimas, o la del Sueño de Casandra...la penultima que creo que vi antes de esta.No me gustó cómo describe a heminway, un poco exagerado, no creo que fuera tan pendenciero y bravucón...son caricaturas las de Dalí, Buñuel y Picasso o la de belmonte. Ahora resulta que va a parecer que no me gustó, :) un besazo.

ethan dijo...

De lo mejorcito de Allen de los últimos tiempos, sí señor.

Jaime Sirvent dijo...

Bueno, pero es que aquí el tono es más ligero al ser una comedia, pero el guión me parece perfecto. A mí sí que me gusta como muestra a Hemingway, me reí mucho, y está claro que no deja de ser una parodia. Besos.

ethan, sin duda, una de sus mejores películas de los últimos años.

paco dijo...

Jaime,ya lo sabes,de acuerdo en todo salvo en lo de "Vicky,Cristina,Barcelona,ahí hemos visto otro partido,jeje.

Jaime Sirvent dijo...

Pues sí, jeje, totalmente, pero bueno, quién sabe, igual la próxima vez que vea el "partido" saco otras conclusiones, saludos.