viernes, 2 de julio de 2010

Kinks: Face to face(1966)




Después de unos primeros álbumes como Kinks, Kinda Kinks y Kink Kontroversy en los que la banda liderada por Ray Davies realizaba una música cercana al rock&roll y al r&b, los Kinks dieron su particular vuelta de tuerca a su estilo inicial al igual que hicieron otros grandes grupos como Beatles, Rolling Stones o The Who por citar tres nombres señeros de la escena británica de la época, y se encaminaron hacia un estilo muchísimo más personal influido por el cabaret y el music-hall que les llevaron a convertirse en el grupo más inglés de las bandas de las islas. De esta forma si en el caso de Beatles y Who, Rubber Soul y Sell out supusieron un cambio con respecto a su estilo inicial, y si al otro lado del Atlántico, Pet Sounds ejerció la misma tarea con los Beach Boys, en el caso de los Kinks el trabajo que originó El Gran Cambio fue sin ningún género de dudas Face to Face.



A estas alturas, proclamar que Face to Face es una obra maestra de la música popular, debería ser una obviedad, pero quizás no lo sea tanto si tenemos en cuenta que muy probablemente este álbum quizás se encuentre un poco enterrado detrás de otras obras maestras del combo de los hermanos Davies como pueden ser The village green preservation society, Arthur o Lola vs. The Powerman and the money- go-round, y sería algo totalmente injusto, ya que al igual que los anteriores, Face to Face es una forma de hacer pop absolutamente personal e intransferible de un genio musical del calibre de Ray Davies, quien consigue un maridaje aparentemente imposible y sumamente perfecto entre diversas esencias como el music-hall y el cabaret, la campiña inglesa y el r&b, el aroma victoriano y los salones de té, todo ello tamizado por un cerebro repleto de cuchillas de afeitar y que disecciona la sociedad de su época, y por qué no decirlo también la actual, con la precisión de un bisturí en manos del mejor cirujano y la contundencia de un cocktail molotov. En el caso de la capacidad lírica de Ray Davies se podría decir que una palabra es una daga, un verso una espada, una estrofa un lanzallamas, un estribillo un tanque, y una canción entera una bomba de hidrógeno, acompañadas todas ellas de una melodia perfecta y maravillosa con sabor a miel para ocultar toda la hiel del bueno de Ray.


Querido lector, si pensabas ingenuamente que Los Kinks son un grupo al que se puede despachar únicamente con un recopilatorio de singles estás muy, muy, pero que muy equivocado, y este disco es uno de los muchos que te harían salir de tu error. Hazte con Face to Face, aquí comienza la auténtica grandeza.



POST DEDICADO A LA MEMORIA DE PETE QUAIFE, BAJISTA DE LOS KINKS RECIENTEMENTE FALLECIDO.



2 comentarios:

johnphillips1981 dijo...

Sigo alucinando cada vez que escucho este álbum. "Party Line", "Dandy", "Dedicated Follower...". Enorme el trabajo de los cuatro. Destacar la línea de bajo de Pete en "Sunny Afternoon".
Brutales.

Jaime Sirvent dijo...

Grandísimo disco de principio a fin, Party line, Dandy, House of the country, Holiday in Waikiki, Too much on my mind, Rainy day in June muestran lo audaces que eran musicalmente hablando, algo que no siempre ocurre con los grandes letristas. Ray Davies era y es capaz de dar una calidad altísima en ambas cosas, no hay más que ver el clavicordio que meten en Session man o la absoluta genialidad de Sunny afternoon o incluso de canciones incluidas entre las bonus tracks como Dead end street o mi idolatrada Mr.pleasant. Saludos.