miércoles, 6 de mayo de 2009

The reader



En el año 2000, Stephen Daldry puso su nombre dentro del panorama del cine comercial con Billy Elliot, una auténtica sorpresa que recaudó más de lo esperado merced al boca a boca y, no nos engañemos, también gracias a su difusión en determinados medios. Billy Elliot es una película a la que aunque le reconozco la corrección, me parece que es mucho menos de lo que se dijo entonces, siendo tan solo una película que se ve con agrado y que puede gustar más o menos dependiendo de las expectativas del espectador que se enfrente a ella. En 2002, Stephen Daldry marcó su nombre con rojo dentro del cine de calidad con Las horas, un auténtico alarde de orfebrería fílmica en el que se entremezclan en un alarde de verdadera alquimia, el pasado y el presente, la realidad y la ficción, la vida y la literatura, con la célebre novela de Virginia Woolf, La señora Dalloway presidiendo el banquete. En 2008, Stephen Daldry ha confirmado con The reader las expectativas generadas con Las horas, de hecho se ha tomado su tiempo para no dar un paso en falso y topar con el proyecto adecuado, y si con su anterior film había marcado su nombre en rojo, en esta ocasión lo ha hecho en granate.



Estoy un poco harto de las películas sobre el holocausto judío, y no porque considere que tratan un tema que no es importante o que no es grave, no van por ahí los tiros. Estoy harto de este tipo de películas por su reiteración, porque parece que sea el único genocidio de la historia de la humanidad(ojalá fuera así), como bien demuestra que periódicamente en nuestras carteleras siempre aparezca una película de este tipo, pudiéndose estrenar , perfectamente, unas cinco o diez películas al año que tocan, o bien, el tema del holocausto, o bien el tema del nazismo. The reader es una excepción dentro de ese panorama, ya que si bien es cierto que toca dicho tema a lo largo de su metraje, éste no es sino uno más de los que aparecen, y dista mucho de ser la piedra angular sobre la que se vertebra la película.


Si en Las horas la literatura se encontraba presente y constituía una parte fundamental del relato, en The reader sucede otro tanto de lo mismo. Si en Las horas eran Virginia Woolf y La señora Dalloway las que dominaban toda la función, en The reader es la literatura con mayúsculas la que campa a sus anchas, desde Homero a Mark Twain, desde Lessing a D.H.Lawrence, desde Chéjov a Dostoievski pasando por Tintín y Hergé. La literatura entendida como velo que se desgarra para revelar un mundo, y en el que ambos personajes, tanto Hannah(espléndida Kate Winslet), como el personaje de Michael(David Kross de joven, Ralph Fiennes de adulto) viven su particular pérdida de la inocencia; si en el caso de Michael se trata del despertar adolescente hacia la vida adulta, el caso de Hannah es el del descubrimiento de un mundo que le está vedado por su analfabetismo real(el de nuestros alumnos de la ESO es funcional). La relación entre ambos personajes supone la comunión perfecta entre la experiencia vivida y la experiencia leída, y pone de manifiesto la capacidad de emocionar del arte y de las palabras, de esa literatura que es vida, por encima de todo, que huye del academicismo pomposo, vacío, hueco, endogámico y masturbatorio de esos escritores "cultos" que más que contarte una historia parece que regenten una casa de "citas"; en definitiva, de esa literatura que de lo buena y real que es, es capaz de emocionar hasta a un analfabeto.




Si Las horas jugaba con el tiempo y hacía del flashback, y de las vueltras atrás y adelante en el tiempo del relato una seña de identidad propia, en The reader sucede otro tanto de lo mismo, ya que la historia está contada desde el punto de vista del Michael adulto, magníficamente interpretado por un Ralph Fiennes que injustamente se quedó sin nominación al Oscar, quien desde el presente ve como el pasado vuelve a aparecerse en su vida, y como éste le obliga a revivir esa pasión que le consumió y le marcó tanto en su juventud, que desde entonces ha sido incapaz de volver a sentir pasión alguna por ninguna otra cosa que no sea la literatura, puesto que la vida en su caso permanece anestesiada. El relato maneja tres tiempos bien diferenciados: el presente, el momento de la relación sentimental entre ambos personajes en 1959, y el del juicio de Hannah por crímenes perpetrados durante el nazismo realizado en 1966, cuyo desarrollo y ulterior resultado provocan en el joven Michael una caída del velo de la ignorancia, similar a la que Hannah había vivido junto a él en 1959, y que cambiará su vida para siempre.


The reader trata sobre el amor, la pérdida de la inocencia, el aprendizaje mutuo en una relación, el conocimiento, el descubrimiento de la verdad, la pasión(tanto por una mujer como por la literatura) y la superación personal. La obra de Stephen Daldry consigue mantener un difícil y meritorio equilibrio entre la palabra y la imagen, consiguiendo que la primera no eclipse a la segunda, o lo que es lo mismo, Daldry, a diferencia de otros directores, no enmascara la pobreza de la puesta en escena con la brillantez de las palabras leídas, ya que ambas tienen el mismo brillo y resplandecen contundentemente.

Stephen Daldry logra una excelente película que emociona al espectador y traspasa la pantalla, igual que la buena literatura traspasa el papel, consiguiendo que espere con ansiedad el estreno de su próxima película. Espero y deseo que esta vez no haya que esperar 6 años más.

The reader(El lector)
Año: 2008
Título original: The reader
País: Estados Unidos-Alemania
Intérpretes: Kate Winslet, Ralph Fiennes, David Kross, Lena Olin, Bruno Ganz, Alexandra María Lara, Matthias Habich, Susanne Lothar, Jeanette Hain, Jürgen Tarrach
Guión: David Hare, según la novela de Bernhard Schlink
Fotografía: Chris Menges y Roger Deakins
Música: Nico Muhly
Productoras: Mirage Enterprises, The Weinstein Company y Neunte Babelsberg Film
Productores: Donna Gigliotti, Anthony Minghella, Redmond Morris y Sydney Pollack
Director: Stephen Daldry

4 comentarios:

WODEHOUSE dijo...

Tendré que verla, ultimamente no voy al cine casi, solo para pelis de niños :(
Billi Elliot me encantó. Lo que más me gusta es lo bien que refleja la crisis sociopolítica de aquél entonces y las huegas de la minería, me parece una época dura pero muy emocionante desde el punto de vista solidario. Lo bien que retrata los barrios y familias obreras, la música(Los Clash, bravo!!) perfectamente a tono y sus toques de humor y cómo el padre va cambiando y evolucionando mentalmente hacia una apertura, sus complejos y el miedo al qué dirán...bueno no sé me has nombrado una de mis grandes películas con las que más he llorado y disfrutado. Me toca personalmente porque fue la Inglaterra que conocí cuando iba a estudiar, justo fueron esos años y la tasa de paro y pobreza eran tremendas. De cara al exterior no se notaba (los ingleses son muy orgullosos) pero estando allí si se notaba. Bueno, un beso, como me enrrollo, perdona.

Jaime Sirvent dijo...

Muy mal eso de no ir al cine, hay que ir de vez en cuando, porque si no pasa lo que pasa, que te pierdes peliculones como éste. Muy mal, tirón de orejas, besos.

Soldier-X dijo...

es una pelicula muy buena y muy curiosa, el problema es que la publicidad te destripa parte de la pelicula, contando giros argumentales que ocurren al cabo de una hora de pelicula o mas

Jaime Sirvent dijo...

En ese sentido tuve bastante suerte porque conseguí aislarme de la publicidad, así que fuí prácticamente virgen a verla, saludos.