domingo, 8 de marzo de 2009

Revolutionary road



Nuestra existencia diaria es mediocre y aburrida, llena de trabajo, responsabilidades, rutinas varias, y el convencimiento pleno de que lo material importa, porque así nos lo transmiten unos medios de comunicación que no dudan en convencernos de que hay que tener la casa más grande, el coche más rápido y caro(hay que fardar por la carretera, ¡qué se le va a hacer!), y el móvil más pequeño y con más pijadas por metro cuadrado. Es por ese motivo por el que una vez conseguidos todos esos objetivos haya gente que se siente vacía, y que haciendo balance piense que nada de esto era lo que deseaba en su juventud cuando los sueños, los ideales y las ansias de cambiar el mundo poblaban las conversaciones de sus fiestas.

La pareja protagonista de Revolutionary road, la última película del director Sam Mendes, es el matrimonio formado por April (Kate Winslet) y Frank Wheeler (Leonardo DiCaprio). Ellos son una pareja joven, guapa y simpática que vive con una cierta estabilidad económica, pero como explicaba en el párrafo anterior se encuentran absolutamente vacíos; él trabaja en la misma corporación en la que trabajó su padre, en un trabajo que considera alienante y que no le satisface lo más mínimo, mientras que ella es una ama de casa con inquietudes actorales. Ambos se sienten muy por encima del entorno mediocre en el que se desenvuelven, pero..., ¿realmente son tan especiales y tan diferentes al resto?.


La cinta de Mendes es eminentemente teatral y se asienta sobre todo en la magnífica interpretación de su pareja protagonista, en especial de una Kate Winslet excepcional, totalmente merecedora del Oscar por su interpretación en la magistral The Reader(aunque tampoco hubiera pasado nada si lo hubiera ganado por esta interpretación); y su conflicto se plantea cuando el personaje de April le plantea a Frank la posibilidad de cambiar de vida e ir a París, donde ella trabajaría manteniéndole a él , mientras se decide por lo que quiere hacer con su futuro. La duda surge cuando a Frank le ofrecen un ascenso en su empresa con un importante aumento, ¿elegirá romper con todo o se atará a la estabilidad de su posible nuevo empleo?.


Los personajes con los que se relaciona nuestra pareja son eminentamente grises y mediocres, cuando no nocivos, como el personaje que interpreta Kathy Bates, y por tanto, en un entorno así no es de extrañar que nuestros personajes parezcan especiales y que a su vez sean envidiados por ese entorno tan vacío y hueco. Sam Mendes realiza un gran trabajo en lo que a la dirección de actores se refiere, pero no se queda ahí , y a pesar de lo dicho anteriormente acerca del carácter eminentemente teatral de su película, ésta no está exenta de recursos eminentemente cinematográficos. Estoy pensando en concreto en dos planos prácticamente idénticos que aparecen en la película , el primero, antes de que April le revele su plan de futuro a Frank, vemos a este último salir de su trabajo siendo uno más dentro de la enorme maraña de gente anónima y sin rostro, de esa manada de gente gris que sale en tropel de su trabajo como si de un hormiguero se tratase mientras los vemos bajar las escaleras uniformemente; mientras que el segundo sería un plano idéntico, justo después de que April le revelara su plan a Frank, en el que vemos como él se detiene a pensar mientras la enorme colmena de abejitas obreras baja acompasada , totalmente sumida en su ritmo machacón. En ese momento Frank ya no es uno más de ellos, y Mendes lo destaca eficientemente haciendo que se detenga a pensar mientras el resto camina de forma descerebrada.

Revolutionary road es una película estimable que plantea conflictos vitales que a todos nos han preocupado alguna vez, y que forman parte indisoluble de este mundo moderno que nos ha tocado vivir en el que el dilema está en vivir o en simplemente sobrevivir, en poder conseguir lo primero, una vez garantizado lo segundo, y sobre todo, y ésta es la pregunta más desoladora que plantea el film de Mendes, ¿está todo el mundo capacitado para vivir?, ¿lo están nuestros protagonistas?. La respuesta en las salas de cine.

Revolutionary road
País: Estados Unidos- Reino Unido
Año: 2008
Título original: Revolutionary road
Intérpretes: Kate Winslet, Leonardo DiCaprio, Michael Shannon, Kathy Bates, Kathryn Hahn, David Harbour
Guión: Justin Haythe basado en la novela homónima de Richard Yates
Música: Thomas Newman
Fotografía: Roger Deakins
Producción: BBC Films, DreamWorks Pictures, Evamere Entertainment, Goldcrest Pictures, Neal Street Productions y Scott Rudin Productions.
Productores: John N.Hart, Scott Rudin, Sam Mendes y Bobby Cohen
Director: Sam Mendes

4 comentarios:

Etrigan dijo...

A mí me gustó mucho esta película. Es un film con un regusto amargo que te deja un poso que te obliga a reflexionar, a pensar en los roles de éxito que te impone nuestra sociedad. El rol, que ha de cumplir la esposa ama de casa, el rol que ha de cumplir el marido en su trabajo...

Quizá eché de menos un mayor desarrollo de la relación de los protagonistas antes de casarse. Cómo eran, qué sueños compartían, qué anhelaban.

Jaime Sirvent dijo...

Pues ahora que lo dices Etrigan, tienes razón. Quizás se eche en falta algún flash back con su vida anterior a casarse, pero bueno, aún así una magnífica película. Saludos.

WODEHOUSE dijo...

Lo suyo sería hacer lo que nos dictase el corazón en cada momento, hacer caso a ese click que se nos dispara en el interior y nos acelera el corazón a lo que se le llama intuición...
Pero somos miedosos, cobardes, nos tienen amedrantados y controlados, para podernos utilizar como piezas o herramientas en el engranaje de esa gigantesca maquinaria llamada Sistema social del que se benefician unos pocos, haciéndonos creer que es por nuestro bien...
Yo sinceramente siempre me guié por mi instinto y mis gustos, así me ha ido, seguiría arriesgándome sin duda, pero teniendo hijos ya la cosa da más respeto, miras más por ellos y el miedo a arrastrarles a una vida de privaciones y desgracias es lo que nos tiene cogidos por el cuello.
Asco de vida. :(
Besos amargos.

Jaime Sirvent dijo...

La sociedad del bienestar, es lo que tiene. Saludos amargos.