miércoles, 28 de enero de 2009

Música y lágrimas


Si hace unos días hablaba sobre El trompetista como de una especie de reverso tenebroso del biopic, hoy voy a hablar de un biopic canónico en toda regla como es el clásico de Anthony Mann, Música y lágrimas, que reproduce de forma amable y preciosista , como suele habitual en el género, la vida del mítico trombonista, arreglista y compositor Glenn Miller, quien en los años 30 se consagró como una leyenda del swing dándonos piezas de la calidad de Moonlight serenade, A string of pearls, Chattanooga choo-choo, Pensylvania 6-5000 o In the mood(clarísima precursora del rock&roll en mi opinión).



La película nos cuenta la historia de Glenn Miller, sus inicios, los apuros que pasó hasta que consiguió establecerse como un genio de la música popular, su búsqueda de ese sonido personal que andaba buscando, su matrimonio, su alistamiento en el ejército y su muerte. Ése es el ciclo vital que explora una Música y lágrimas totalmente dotada de una atmósfera propia de una película de Frank Capra, como bien se puede ver en detalles como la relación que mantienen con sus amigos y con la gente que va apareciendo en su camino, todos ellos buenas personas repletas de buenos sentimientos..., o en el propio matrimonio de Miller en el film, desde que él vuelve a buscarla después de años sin darle ninguna señal de vida como un Wakefield cualquiera, a su propia boda y ulterior vida matrimonial,... todo , absolutamente todo recuerda a una película de Frank Capra, incluída como no, la elección de James Stewart como intérprete encargado de encarnar a Glenn Miller. Esta coincidencia con Capra puede ser peligrosa si no se hace bien, como bien demuestran muchos títulos actuales, ya que bordear la fina línea que separa el buen cine de la cursilería es algo que sólo esta al alcance de cineastas del calibre de Frank Capra, y por supuesto, también de Anthony Mann, director todoterreno que demostró una enorme versatilidad en su carrera y cuyo talento queda evidenciado una vez más en esta película.



El visionado de Música y lágrimas es, por encima de todo, un auténtico festín para la vista y para el oído; para la vista por su enorme valor cinematográfico(la excelente dirección de Mann, las interpretaciones de James Stewart y June Allyson...), y para el oído, no sólo por la gozada que supone escuchar las composiciones de Miller, sino también por el maravilloso elenco de artistas que aparecen interpretándose a sí mismos, entre los que destacan Louis Armstrong , Ben Pollack y Gene Krupa.


En muchas ocasiones resulta complicado separar al artista de la persona, o lo que es lo mismo a la persona del personaje, ya que por regla general la primera nos está completamente vedada, estando únicamente a nuestro alcance la obra por encima de la vida; y en los instantes en los que esta última nos es revelada en forma de biografía , en muchas ocasiones no nos suele gustar conocer los trapos sucios, los pies de barro inherentes a la condición humana que también tienen nuestros ídolos, y una vez conocidos resulta difícil separar a Charlton Heston del rifle por poner un caso. Es por eso que no quiero saber nada sobre Glenn Miller, fuera de esta película, no quiero que nada me rompa esta visión de cuento de hadas capriano que destila esta película, ya que para mí , Glenn Miller siempre será James Stewart.


Música y lágrimas
Título original: The Glenn Miller story
Año:1953
País: Estados Unidos
Intérpretes: James Stewart, June Allyson, Harry Morgan, Charles Drake, George Tobias, Barton MacLane, Sig Ruman, Irving Bacon, James Bell, Kathleen Lockhart, Katharine Warren, Frances Langford, Louis Armstrong, Ben Pollack, Gene Krupa.
Guión: Valentine Davis y Oscar Brodney
Fotografía: William H. Daniels
Música: Glenn Miller y otros
Productora: Universal
Director: Anthony Mann

Otras películas de Anthony Mann en Travellings:

6 comentarios:

atikus dijo...

Puff no creo haberla visto y desde luego "suena" estupendamente, y teniendo en cuenta los actores, director, el estilo e influencias, pues me la apunto como deberes urgentes.

Como siempre muchas gracias por estas aportaciones magníficas.

Saludos

Jaime Sirvent dijo...

De nada Atikus, seguro que te va a gustar, ya me contarás, saludos.

WODEHOUSE dijo...

Yo tampoco quiero que me rompan la imagen de James Miller Stewart. Qué bello final de post.
Un auténtico festival para la vista-oído-sentimientos para los que amamos a Glenn Miller via paterna y aquellas maravillosas orquestas tan brillantes de aquellos años 20, 30, 40...
Se dice que la ponen bastante por la tele, casi todas las navidades en diferentes cadenas televisivas, porque los derechos de esta peli, por algún fallo de licencias que caducan y no se renuevan a tiempo, o nadie solicita no sé qué...el caso: que los derechos no los tiene nadie. es decir, que son de todos. Hasta en eso es bella la peli.
Buena elección, bonito post, destilando cariño y corazón, como todo lo que sueles escribir. Besos.

Jaime Sirvent dijo...

Me alegro de que te haya gustado Wodehouse, la película es bonita de verdad. Por cierto, ya he escuchado las canciones de Squeeze, me han gustado bastante, muchísimas gracias, besos.

WODEHOUSE dijo...

Rectificar es de sabios ( o en mi caso, de menos tontos) y la película que ponen siempre en TV por carecer de derechos de propiedad intelectual es la de "Que bello es vivir!", nada que ver con ésta que nos traes aunque las confundo mucho porque en ambas el protagonista es James y es de la misma época. Al día siguiente, merodeando por entre mis DVDs me topé con ella y caí en el error. Perdón por la metedura.

Jaime Sirvent dijo...

Nada Woody, no pasa nada, fallito subsanado:)