lunes, 10 de noviembre de 2008

A vida o muerte



En muchas ocasiones suelo decir aquella coletilla de que ya no se hacen películas como las de antes, y siendo verdad en muchos casos, indudablemente el modo de filmar ha cambiado, en este caso es todavía mucho más cierto. Es evidente que hoy en día se siguen rodando buenas películas, ahí están los casos de gente como Woody Allen o Clint Eastwood, o de independientes como Hal Hartley o Jim Jarmusch, o de directores de otras cinematografías como Abbas Kiarostami, Manoel de Oliveira o Lars Von Trier, por supuesto independientemente de que puedan gustar más o menos a cada uno; sin embargo en la mayor parte del cine comercial que llega a nuestras pantallas la composición del encuadre suele ser muy poco imaginativa dejándolo todo en manos del manido plano-contraplano sin ningún tipo de imaginación visual, (¿acaso no están filmadas de esta forma casi todas las comedias románticas que nos llegan?). En este sentido, A vida o muerte es una auténtica rareza porque si hay una película imaginativa desde el punto de vista visual, ésa es , sin duda, ésta.

A vida o muerte, nos cuenta la historia de Peter D. Carter, un piloto interpretado por David Niven, que se encuentra en una situación desesperada, su avión se encuentra en llamas y no dispone de paracaídas. Nuestro piloto entabla una conversación con June, una telegrafista interpretada por Kim Hunter de la que se enamorará en los que parecía que iban a ser los últimos instantes de su vida. No obstante, sorprendentemente Carter sobrevivirá a la caída y tendrá una oportunidad para desarrollar y consumar su amor con June.


Parece ser que en el cielo ha habido un error y para subsanarlo envían a un caballero francés del siglo XVIII que fue guillotinado durante la Revolución francesa, con la finalidad de recoger al personaje de David Niven, recordando bastante a una simpática película fantástica llamada El difunto protesta con la que guarda algunos puntos en común , aunque la intencionalidad estética de la película de Alexander Hall sea mucho más modesta . Michael Powell y Emeric Pressburger contraponen constantemente el Cielo con la Tierra, lo fantástico con lo real , jugando en todo momento con la ambigüedad, sin que nos digan en ningún momento de forma definitiva si lo que vemos en la pantalla está ocurriendo realmente o es sólo un delirio de la mente del protagonista.


Destaca poderosamente el trabajo del director de fotografía, Jack Cardiff(director de películas como Los invasores(1963), El liquidador(1965) y Último tren a Katanga(1968)), tanto en las secuencias en blanco y negro que representaban al cielo, como el maravilloso color empleado en las secuencias que transcurren en el mundo real, todo un alarde de orfebrería y preciosismo que en nada tiene que envidiar a trabajos anteriores junto a Powell y Pressburger como Narciso Negro(1947) o Las zapatillas rojas(1948).


A vida o muerte es una bella película , que habla como su título español indica sobre ambas cosas, siendo además un emotivo canto al amor y a lo mejor de la condición humana, aunque en ocasiones bordee un poco la cursilería sin instalarse definitivamente en ella. Un ejercicio de estilo brillante que puede no ser del gusto de todos los paladares, aún así, su visionado resulta curioso y plenamente recomendable.


A vida o muerte
Título original: A matter of life and death
País: Reino Unido
Año: 1946
Intérpretes: David Niven, Kim Hunter, Robert Coote, Kathleen Byron, Raymond Massey, Richard Attenborough
Guión: Michael Powell y Emeric Pressburger
Música: Allan Gray
Fotografía: Jack Cardiff en color y en blanco y negro
Productora: The Archers
Directores: Michael Powell y Emeric Pressburger

8 comentarios:

atikus dijo...

Ciertamente todavía confío en ver buenas pelis, con los directores que mencionas especialmente, aunque no me gusto la última de Woody.

Tiene una pinta estupenda, David Niven! y no la he visto, como siempre muchisimas gracias por redescrubrirme el cine.

Saludos

Jaime Sirvent dijo...

Atikus, de nada hombre, para eso estamos. A mí la última de Woody tampoco me mató, aunque Woody en sus peores momentos te hace algo por encima de la media , sí, la media está muy baja, saludos.

WODEHOUSE dijo...

Quiero tanto a Woody que no pienso ni ver ni veré su peli. detesto a Pe y detesto a Ja. Que vaya su tía!

Jaime Sirvent dijo...

Yo la vi por Woody, no por Pe ni Ja.La que tienes que ver es A vida o muerte:)

X dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión, "ya no se hacen películas como las de antes". El cine ha cambiado, también el mundo y todo lo que nos rodea.

Está claro que ahora también se hacen buenas pelis, pero ¿cuántas en relación a las de antes?. Está clarito que se fabrican los productos que demanda la audencia, educada para consumir productos perecederos (con gran presupuesto destinado a la promoción) para ser sustituídos rápidamente por otros.

Pero no nos podemos amparar en eso de que "todo tiempo pasado fue mejor" y desamparar las nuevas obras, grupos o lo que fuere... En mi opinión hay muchas cosas interesantes.

Por cierto, yo esta peli no la he visto y por lo que cuentas creo que merece la pena.

Saludos cinéfilos.

Jaime Sirvent dijo...

Xabipop, totalmente de acuerdo en lo que dices, cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero es que en el caso del cine, como tú bien dices, aunque se sigan haciendo buenas películas, la cantidad de calidad es menor, y encima las buenas películas, al igual que los buenos discos actuales pasan más desapercibidos para el público, porque , como tú bien has dicho, están educados para consumir productos perecederos y de fácil digestión.

Yo reconozco que no me mato por seguir el cine actual, sólo veo lo que veo en el cine y punto, no me lo curro nada, sin embargo con los clásicos no me pasa, siempre intento descubrir películas que no he visto, con el cine actual me da mucha más pereza.

WODEHOUSE dijo...

Tampoco la he visto, pero David Niven solo ya merece eso y mucho más, todo un gentleman. Se nota que es inglés.
La buscaré en casa de mis padres que tienen todo de todo y voy a ir ahora para allá. besos hasta la muerte.

Jaime Sirvent dijo...

Pues nada Wodehouse, ya me contarás que tal, un beso.