miércoles, 29 de octubre de 2008

La edad de oro de James Robinson y Paul Smith


La década de los 90 no fue precisamente una Edad de Oro para el cómic, al menos en lo que al género de superhéroes se refiere; fue más bien una era de oscurantismo en la que los dibujos , por llamarlos de alguna forma, de figuras musculadas hasta extremos inconcebibles , pero sin ningún tipo de gracia ni de movilidad poblaban los tebeos, sustituyendo la narrativa y el buen gusto por la vacuidad más absoluta y por la imbecilidad más aberrante. Afortunadamente esa década nos dejó algunas excepciones como este magnífico tebeo llamado La Edad de Oro que he tenido la enorme fortuna de leer en los últimos días.

En primer lugar, y antes de entrar en harina, considero una aberración que se haya comparado La Edad de Oro con Watchmen, ya que se trata de un tebeo con una intencionalidad radicalmente diferente, y dichas comparaciones han perjudicado la lectura y el disfrute de La Edad de Oro , ya que cualquier tebeo , incluso tratándose de un tebeo excepcional como es el caso, saldría perjudicado de la comparación, aparte de que generaría unas expectativas excesivas en el lector que distorsionarían su correcta valoración de la obra.

Los años 30 y 40 fueron la edad de oro del cómic americano con la aparición de muchísimos personajes como Popeye, Flash Gordon, Terry y los piratas, ...., y en lo que al género superheroico se refiere supusieron el nacimiento del mismo en 1938 con la creación de Superman a cargo de Jerry Siegel y Joe Schuster, legado que continuaron en los años inmediatamente posteriores personajes como Batman, Wonder Woman y los primeros Flash y Green Lantern entre otros muchos personajes mucho más desconocidos.

Este cómic de James Robinson y Paul Smith es una mirada a esos años, en concreto al final de la propia Edad de Oro. El género de superhéroes estuvo en boga hasta los inicios de los años 50, en los que tan sólo Superman, Batman y Wonder Woman mantenían el tipo ante otros tipos de tebeos como el western, el terror o la ciencia ficción, y es precisamente este momento histórico en el que está ambientada la obra de Robinson y Smith. Estamos en la posguerra de la 2ª Guerra Mundial y los enmascarados que habían guardado la retaguardia en los USA han perdido la motivación para seguir porque ya no se sienten necesarios, desplazados sin duda ante los nuevos tiempos(en una clara metáfora de la situación real que vivieron estos personajes en los kioscos), sienten que deben dedicarse a sus negocios y su vida privada porque el mundo ya no los necesita; en este sentido este cómic tiene numerosos puntos en común con la película Los mejores años de nuestra vida . Únicamente Tex Thompson, conocido como Mr. America, conserva el prestigio ante la opinión pública por su labor de espionaje durante la 2ª Guerra Mundial, y la aprovecha para iniciar una escalada mediática en la que pide la creación de un nuevo héroe ultrapoderoso para luchar contra la amenaza del comunismo.


El cómic esboza de manera ejemplar hechos como el inicio de la Guerra Fría, la histeria anticomunista y el inicio de la Caza de brujas , con la consiguiente pérdida de libertades que se generó en una época en la que curiosamente después de combatir el fascismo de la Alemania nazi , el pueblo americano vio como ese mismo fascismo creció en su propio país como medida preventiva para no verse invadidos por él, una situación bastante paradójica por otro lado y que el guión de James Robinson refleja bastante bien. A su vez Robinson destaca por el retrato intimista de los personajes , dándole el protagonismo a héroes como Johnny Quick, Hourman o Manhunter por encima de otros mucho más mediáticos como Flash, Hawkman o Green Lantern, aunque este último tiene también un papel importante en la obra.

El dibujo de Paul Smith, a quien había perdido la pista desde su etapa en La Patrulla-X en los años 80, tiene una calidad fuera de toda duda, siendo capaz de adecuarse a la historia que narra, dándole un delicioso tono retro que consigue evocar de manera muy emotiva la nostalgia en el lector. El color de Richard Ory plagado de tonos apagados contribuye sobremanera a reforzar los excelentes dibujos de Paul Smith, totalmente a contracorriente de los mostrencos plagados de músculos inexistentes dibujados por "autores" como Rob Liefeld que se mostraban totalmente negados para ser capaces de dotar de sensación de movimiento a sus nefandos mastodontes.

Un cómic ejemplar, que evoca una edad de oro perdida y que deja entrever el inicio de la Edad de Plata en sus últimas páginas y que será una gratísima lectura siempre que no se os ocurra pensar en Watchmen.

La Edad de Oro
James Robinson(guión), Paul Smith(dibujo), Richard Ory(color)
Formato: tomo de tapa blanda
Páginas: 192
Editorial: Planeta DeAgostini
Precio: 13€

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7 comentarios:

Bruce dijo...

Un gran comic, y la reseña no le va a la zaga. Recomendable leerlo con la wikipedia cerca, porque salen algunos superhéroes bastante ignotos y la historia se disfruta más conociéndolos.

Jaime Sirvent dijo...

Totalmente de acuerdo, hay mucho personaje desconocido, pero aún así se disfruta enormemente.

Plissken dijo...

La serie regular de la JSa ha ayudado a recuperar a muchos de esos personajes, pero en su momento Tarantula, Mr. American o Liberty Belle me resultaron completamente desconocidos. Además del buen reflejo de una época como la de los años 50 y un sentimiento colectivo como el de la paranoia anticomunista y la caza de brujas, me parece realmente espectacular la épica desesperada que se consigue en el último número -el gesto del Deportista, el ataque en algunos casos suicida contra el villano de turno-. Además, supuso las bases firmes sobre las que nacería esa maravilla que luego fue Starman ;D

Jaime Sirvent dijo...

Plissken, precisamente ése es el gran acierto de este tebeo. Esa fidelidad a la hora de mostrar esos hechos históricos que contribuye a dotarlo de una enorme sensación de veracidad, y también, por supuesto, esa épica que comentas, que realmente pone los pelos de punta.

La JSA de Johns es una gozada, no sólo es un ejercicio de nostalgia, también es un tebeo de superhéroes perfectamente actual que consigue entretener al lector sin que éste tenga la impresión de que le están tomando el pelo. Menos mal que Geoff Johns es antidecompressive.

Plissken dijo...

Si me apura, caballero, casi podríamos decir que es too-many-expansive... El día que se retire va a dejar DC huérfana de padre ;D

Osukaru dijo...

Pues por lo que comentas tiene muchos puntos en común con The New Frontier y creo que una y otra se pueden complementar.

Buena reseña, Mister!.

Jaime Sirvent dijo...

Plissken, el día que se retire DC podrá encomendarse a algo más que a la santísima Trinidad.

Osukaru, pues estoy de acuerdo, por eso te sugerí el intercambio:)