jueves, 31 de julio de 2008

Los aristócratas del crimen


Sam Peckinpah es un muy interesante director , como todos sabemos, autor de películas de gran calidad como Duelo en la alta sierra(1961), Mayor Dundee(1964), Grupo salvaje(1969), Perros de paja(1971), La huída(1972) o Pat Garrett y Billy the kid(1973). Es por este motivo por el que tenía una gran expectación desde hacía tiempo por ver esta película, traducida aquí en España con en el inmejorable título de Los aristócratas del crimen.

La película arranca de forma brillante y presenta un argumento absolutamente prometedor : los personajes de Robert Duvall y James Caan trabajan para una división secreta de la CIA especializada en proteger espías y desertores que desean cambiar de bando. La cinta arranca de manera ágil y absorbente , con unas interpretaciones magistrales de James Caan y Robert Duvall en las que se ve de manera espléndida la amistad que une a ambos personajes. Esto último hace que la traición de Duvall disparando a su amigo dejándolo incapacitado sea todavía más sorprendente e impactante.


Los aristócratas del crimen , a partir de este momento nos muestra la rehabilitación del personaje de James Caan y su posterior reinserción en la división en la que trabajaba siéndole encargada una misión para la que creará un equipo de tres personas, él mismo y los personajes interpretados por Burt Young(el inolvidable amigo de Rocky) y Bo Hopkins, los cuales deberán proteger a unos orientales que desean volver a su país. A partir de aquí la película se convierte en algo absolutamente delirante sin pies ni cabeza, pero eso sí, absolutamente divertido , convirtiendo a Los aristócratas del crimen en una comedia con espías que no tiene desperdicio.

Los personajes acaban situados en un barco esperando el ataque de los hombres que dirige el personaje interpretado por Robert Duvall. James Caan y Burt Young están en el barco con los orientales y Bo Hopkins está apostado en el exterior con un rifle. Esta situación generará momentos impagables en los que las risas están garantizadas. Nuestros héroes deben proteger a un padre y sus dos hijos: un chico de unos 20 y algo y una adolescente. Pues bien, le ofrecen armas al chaval y éste les replica " yo no necesito armas"; al oír esto te planteas que el chaval será un arma viviente en el más puro estilo del Puño de hierro de la Marvel , pero cuando ves que el máquina es el primero en caer , y además en dos golpes, pues como que a lo mejor sí necesitaba las armas el chaval. Otro momento impagable es cuando la adolescente se viste totalmente de negro y se dispone a salir al exterior soltando la impactante frase" voy a utilizar la noche". Sí, vas a utilizar la noche saliendo corriendo por la puerta principal a pecho descubierto, increíble, jeje, pero lo más increíble es que teniendo walkie talkies para avisar al tirador que tienen apostado fuera , lo que hacen es comunicarse con él a grito pelao: " no tires, que es la chica"en un alarde de discrección sin precedentes , por supuesto lo importante es no revelar tu situación a tu enemigo , que tampoco es cuestión de darle ventajas, jeje.


Esta brillante comedia todavía da momentos desternillantes , como cuando Robert Duvall exclama" lo difícil no será encontrarle , lo difícil será superar sus defensas". Pero, ¿qué defensas?, ¿salir corriendo a pecho descubierto?, ¿gritar para que todos te oigan?, en fin, delirante. Eso sí, esto no es nada comparado con lo que tiene que llegar, una lucha cuerpo a cuerpo de James Caan cojo y el amigo gordo de Rocky contra un montón de ninjas a los que humillan en la lucha cuerpo a cuerpo, en unas secuencias en las que es imposible permanecer impasible sin revolcarte de la risa en el sofá de tu casa.

La película trata de explotar la ambigüedad de los dos bandos y la corrupción de las altas esferas, un poco como Ed Brubaker hizo después en el maravilloso cómic Sleeper, pero sin llegar ni de lejos a la profundidad que demostraría Brubaker décadas después.

Una comedia delirante, sin pretensiones de serlo, que empieza como una película seria pero que acaba como el rosario de la aurora, totalmente ideal para ver con colegas y echar cuatro risas, pero que se encuentra muy lejos de las cimas que todos le conocemos a Sam Peckinpah.

Los aristócratas del crimen
Título original: The killer elite
País: Estados Unidos
Año: 1975
Intérpretes: James Caan, Robert Duvall, Burt Young, Bo Hopkins, Arthur Hill, Gil Young, Mako, Helmut Dantine
Distribuidora: 20th Century Fox
Guión: Stirling Silliphant y Marc Norman
Música: Jerry Fielding
Fotografía: Phillip H. Lathrop
Productores: Martin Baum y Arthur Lewis
Director: Sam Peckinpah

8 comentarios:

johnphillips1981 dijo...

Ya tenía ganas de leerte. Para cuándo lo del periódico. Ya me avisarás, supongo.

Un abrazo.

Te valió lo de Roger.

John Phillips.

Jaime Sirvent dijo...

Hombre, John, muy buenas. Ya estoy trabajando en el periódico, y la revista sale la semana que viene , ya te informaré, un abrazo.

Si, lo de Roger me ha quedado bien, ya lo leerás.

BELDARIN dijo...

Habra que ver esta pelicula me la apunto para verla.

Jaime Sirvent dijo...

Pues nada Beldarin, a ver si te gusta, yo me reí mucho.

atikus dijo...

Pues no conozco la peli pero me la apunto, tiene pinta de ser interesante, con ese toque setentero, jeje!!...voy a buscarla inmediatamente!

saludos

Plissken dijo...

La decadencia del cine de Peckinpah se hizo evidente aquí, se agravó en Convoy y finalmente explotó definitivamente en Clave: Omega (de título original The Osterman weekend, toma ya) donde no hay nada parecido a coherencia argumental o personajes coherentes. Una pena, porque el amigo Peckinpah tiene dos de las mejores películas del siglo XX en su haber. Una es indiscutiblemente Grupo Salvaje, y la otra la pueden ustedes escoger entre Pat Garret y Billy The Kid, Major Dundee o La balada de Cable Hogue. ¡Un saludo!

WODEHOUSE dijo...

Ya he vuelto, magnífica pelicula nos pones los dientes larrrrgos. Donde andas??? un besazo.

Jaime Sirvent dijo...

Atikus, la peli empieza seria y luego acaba siendo absolutamente delirante.

Plissken, totalmente de acuerdo caballero. El señor Peckinpah tiene una serie de películas que son clásicos indiscutibles, pero en el tramo final de su filmografía se le fue bastante la pinza.

Wodehouse, me alegra verte de nuevo por aquí, un besazo.