jueves, 8 de mayo de 2008

Arrugas de Paco Roca


La primera sensación que se puede tener al ojear las páginas de Arrugas es la de que nos tratamos ante una obra inofensiva por la simplicidad de los dibujos de Paco Roca, pero en cuanto uno se sienta y procede a la lectura del tomo llega una sensación de haber recibido un puñetazo en el estómago y una patada en el corazón.

Arrugas nos cuenta la historia de Emilio, un hombre en el ocaso de vida que padece la enfermedad de Alzheimer. Su hijo ante la imposibilidad de afrontar el problema opta por ingresarle en una residencia , y es ése el escenario en el que transcurre toda la obra. Una obra en el que se muestra de una forma cruda y sin ningún tipo de concesión a la galería de la lágrima fácil , el drama de unas personas que no tienen otra cosa que hacer que esperar a la muerte en una rutina tediosa que se repite sin cesar y en la que los días se confunden, de los cuales no cabe esperar otra cosa que la hora de la siguiente comida , una comida más antes de que llegue la muerte.

Paco Roca nos ofrece una obra sin textos de apoyo , y sin grandes artificios en cuanto a encuadres arriesgados o experimentaciones en el diseño de página, únicamente el drama de unos seres humanos en el ocaso de su existencia que Roca resuelve de forma admirable intercalando la cruda y dura realidad, con los recuerdos residuales de estas personas, los cuales se confunden con el momento presente. Este es el caso del matrimonio formado por Dolores y Modesto, este último aquejado de Alzheimmer al igual que Emilio, en el que los recuerdos infantiles de cuando se conocieron aparecen con frecuencia en la mente de Modesto. Este personaje es usado por Roca para mostrar el camino que le espera al personaje principal de Emilio cuando su enfermedad presente un estado más avanzado.

Es igualmente admirable la espléndida utilización de la elipsis por parte de Roca en los momentos más crudos de la obra , destacando el uso de páginas en blanco para mostrar el vacío en la mente de Emilio, y también la utilización del tren como metáfora del último viaje que estas personas deben recorrer hacia ninguna parte, hacia ese vacío que a todos nos espera y que afortunadamente vemos más lejano por nuestra propia juventud, efímero tesoro que nos abandonará para finalmente llegar a este final oscuro y lúgubre que les espera a nuestros protagonistas. He de confesar que con la lectura de este cómic he sentido miedo, auténtico pánico ante la posibilidad de acabar así algún día , y sobre todo verdadero pavor ante la perspectiva de que eso les pase a mis padres. A su vez me ha hecho plantearme el sentido de todo lo vivido una vez se llega a esa antesala del olvido, del olvido de ese mundo que jamás sabrá que has existido, y del olvido de la propia vida vivida. Ante todo esto sólo cabe ver Sopa de ganso, tal y como hacía Woody Allen en Hannah y sus hermanas con la esperanza de llegar a la conclusión de que lo único que podemos hacer mientras llega ese fatídico momento es disfrutar de cada momento lo máximo que se pueda , y vivir una vida lo más plena posible.

Como podéis ver un cómic duro, una excelente obra en la que la ternura y la dureza se dan la mano de manera indisoluble , con unos dibujos aparentemente inocentes que esconden tras de sí una de las historias más terroríficas que recuerdo; un terror que puede llegar a ser real en cualquier momento.

Arrugas
Paco Roca(guión, dibujo y color)
Formato: cartoné
Páginas: 104
Editorial: Astiberri
Precio: 15€

PARA MI ABUELO, FALLECIDO HACE CUATRO AÑOS, Y PARA MI ABUELA QUE AÚN VIVE.

5 comentarios:

Bruce dijo...

Desde luego estas páginas prometen, pero ahora no tengo ganas de recibir un puñetazo en el estómago y una patada en el corazón..
Lo dejaré para más adelante

Jaime Sirvent dijo...

Te entiendo perfectamente, yo no sé si me lo volveré a leer algún día, con eso te lo digo todo.

Plissken dijo...

Espectacular y sentida reseña caballero. Y tremendo tebeo.

Isabel dijo...

Tremendo tebeo, sí señor;
porque es tremendo perder los recuerdos
Es lo único que tenemos....

A pesar de la tremendez, de lo mejor que he leído últimamente.

Jaime Sirvent dijo...

Muchas gracias Plissken, aunque la suya son palabras mayores.

Isabel, tienes razón, precisamente por eso me pareció tan aterrador. Me da auténtico pavor quedarme sin recuerdos.Un saludo.