miércoles, 20 de febrero de 2008

Una mujer para dos


Gran película de Ernst Lubitsch, que si bien hace bastantes años que conozco todavía no había tenido oportunidad de ver. A su vez hace un tiempecillo me picó bastante para tratar de verla este post de Atikus, y conseguí finalmente romper el maleficio en casa de mi buen amigo y colaborador Sergio Gadea hace un par de semanas. Ni que decir tiene que la experiencia fue maravillosa , como pasa siempre con el genio berlinés, un director del que Billy Wilder decía entre otras cosas que era capaz de contar mucho más con una puerta cerrada que la mayoría de los directores modernos con una bragueta abierta.

La película está basada en una obra teatral de Noel Coward de la que únicamente se conserva una línea en toda la película, y cuenta la historia de cómo el pintor George Curtis(Gary Cooper) y el dramaturgo Tom Chambers(Fredric March) conocen en un vagón de tren a Gilda Farrell(Miriam Hopkins). Los tres terminan enamorándose y viviendo juntos, siendo ella como una especie de madre para ellos ayudándoles en sus carreras artísticas , obligándoles a trabajar y rebajando su ego de artista cuando es necesario. Ella trabaja en una agencia de publicidad por lo que su sentido práctico es superior al de estos dos tipos que viven del aire y que hacen de la vida bohemia su bandera.


Una mujer para dos es una auténtica delicia para el espectador inteligente y sensible consiguiendo algo sólo al alcance de Lubitsch y de muy pocos más , dejar al espectador con una sonrisa durante todo el metraje sin tomarle por tonto ni insultar su inteligencia, todo lo contrario, sus gags son elegantes y precisos con su característico toque , el famoso toque Lubitsch presidiendo la función. Es complicado explicar lo que es el toque Lubitsch con palabras, pero lo voy a intentar, sería algo así como hacer un gag con una resolución dándole un dato al espectador, y volver a usar ese dato para generar un gag aún más grande. En ese sentido se me ocurre como ejemplo la película Ser o no ser en la que vemos como , siempre que el actor protagonista de la película está recitando el famoso monólogo de Hamlet, un soldado sentado en una de las primeras filas se levanta y abandona la sala para ir al camerino de la mujer del actor que está representando la escena, el actor ignora este hecho y cree que su monólogo apesta porque este hombre siempre se levanta en ese momento , cuando realmente la cosa es mucho peor porque el soldado en cuestión le pone los cuernos con su mujer. Ese mismo gag es agrandado cuando en otro momento de la película vuelve a decir su monólogo de Hamlet , éste mira al soldado con cierto mosqueo para comprobar que el que se levanta es un tercero con el consiguiente rubor para ambos. No sé si ha quedado suficientemente claro con este ejemplo, pero en fin, no se me puede acusar de no haberlo intentado.

Como véis este tipo de gags presuponen una inteligencia y una sensibilidad en el espectador. Lubitsch como bien decía Billy Wilder no le decía al espectador 2+2=4, únicamente le decía 2+2 y la tarea de hacer la suma correspondía al público. Ésa era la grandeza de Lubitsch y en éso consistía su sutil y elegantísimo toque.

Volviendo a Una mujer para dos sorprende la naturalidad con la que se trata el tema del trío o del menage a trois en una película de los años 30, y sobre todo que consiguiera eludir el Código Hays, el código censor de la época, sin que cayera sobre ella un ápice de sospecha de inmoralidad, cuando lo que plantea es la posibilidad de que una mujer ame a dos hombres y viva con ellos, algo así como tener dos maridos, aunque evidentemente no se casen. Por supuesto el trío protagonista está espléndido , Gary Cooper y Fredric March bordan sus papeles y Miriam Hopkins está absolutamente maravillosa dando ganas de comérsela en pequeños bocados degustando cada uno de ellos. Una película terriblemente avanzada y moderna, no sólo para la época sino para cualquier época, que demuestra que el buen cine no tiene edad y que mientras muchas películas modernas nacen muertas , muchas películas rodadas a principios del siglo pasado parece que hayan sido rodadas ayer mismo.
Una mujer para dos
Título original: Design for living
Año: 1933
País: Estados Unidos.
Productora: Paramount
Intérpretes: Gary Cooper, Fredric March, Miriam Hopkins, Edward Everett Horton, Franklin Pangborn, Isabel Jewell, Jane Darwell, Wyndham Standing
Fotografía: Victor Milner
Música: John Leipold
Guión: Noel Coward y Ben Hetch basada en la obra teatral de Noel Coward
Productor y Director: Ernst Lubitsch

13 comentarios:

Bruce dijo...

Lubitsch tambien era El Rey

Jaime Sirvent dijo...

Viva la realeza.

Osukaru dijo...

Pues si es el tutor del Sr. Wilder habrá que ver sus pelis.

Me la apunto y bajando de la burra!!.

Como siempre, excelente reseña!.

Bruce dijo...

Siempre me gustó el título: 'Design for living'..(Manic Street Preachers tienen una canción que se llama 'Design for life')

WODEHOUSE dijo...

Realmente sería un chollo, aunque aguantar a dos hombres cuando se ponen plastas...

WODEHOUSE dijo...

Ahora viene el de verdad:
No sabes lo bien que me viene que saques este post. Cuando efectivam. lo ví en el blog de Atikus, me picó la cosa de verla. mi padre que tiene TODO al preguntarle me pedía el título original para prestármela pero no lo conocía.
Tiene una pinta fenomenal , a ver si la veo Ya!

J.M.Martinez dijo...

Buena película. Lubitsch no falla nunca. Es curioso que superara el Código Hays. Supongo que al ser comedia...

Jaime Sirvent dijo...

Osukaru, Lubistch es un valor seguro. Es la elegancia personificada.

Bruce, no conocía la canción de los Manic street preachers, cuestión de escucharla.

Wodehouse, no te defraudará , estoy seguro.

Semi, supongo que sería por eso, por ser comedia, pero aún así es muy meritorio que pasase la censura.

Gloria dijo...

El cine de Lubistch es algo increible. Es ligero y profundo, suave y certero.... En éste sentido, su seguidor Billy Wilder se decantó más por el toquecillo ácido, pero en Lubistch pervive ese aire de elegante Belle Epoque centroeuropea, esa chispeante sátira de humanos y sus costumbres.

Tras ver "to be or not to be" me lié a ver toda película de Ernst Lubistch que se ponía a mi alcance, y aún ni he visto ninguna que me haya decepcionado.

Lástima que hoy en día no exista el "toque Lubistch" (quizás el mundo moderno es demasiado cínico y zafiote para eso :8 )


Y por cierto, el pobre Fredric March está bastante olvidado hoy en día, así que lo reivindico como el actorazo que era, ya fuera haciendo de Dr. Jeckyll/Mr. Hyde (mucho mejor que Spencer Tracy, sin lugar a dudas!) o en comedias como ésta o "La Reina de Nueva York".

Y si habeis sufrido a Brad Pitt en "conoces a Joe Black?", os recomiendo como cura

Gloria dijo...

Ups! he cortado el texto!:
Y si habeis sufrido a Brad Pitt en "conoces a Joe Black?", os recomiendo como cura "La muerte de vacaciones" que es la versión original de la historia y en la que March deja claro la enorme distancia que va de los galanes con tablas teatrales de ayer a los niños de calendario de hoy.

Jaime Sirvent dijo...

Gloria, me ha encantado lo de los niños de calendario. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, el mundo actual es muy vulgar para que hoy en día exista el toque Lubitsch.

Es una auténtica lástima que Fredrich March esté tan olvidado hoy en día, no lo merece. Tenía una enorme clase como actor siendo capaz de lucir en cualquier registro.

Totalmente de acuerdo con lo de La muerte de vacaciones. Hay que colgar del palo mayor al director de Conoces a Joe Black por alargar a las 3 horas una película que en su primera versión apenas llegaba a los 80 minutos, y sobre todo porque en su película el único interés de la "muerte" es comer mantequilla de cacahuete, ay, que muerte tan ilusa que no descubrió el jamón de jabugo y las gambas, estos yanquis.

atikus dijo...

No he podido comentar nada de La Fitzgerald no me salia el comentario en fin tampoco es que quisiera decir mucho, solo mi máxima admiración evidentemente!

En cuanto a esta peli, que voy a decir jeje...que me encanta, un toque estupendo es ese gag-comparativo de ser o no ser, para hablar del toque del gran director, y de esa gran peli, una de las mas grandes de la historie del cine sin duda; en cuanto a la peli en si Billy Wilder, los Gags, puff creo que me podría enrollar bastante pero no es plan de aburrir al personal jeje!!
Saludos

JOSE MADRID GONZÁLEZ dijo...

Yo la he visto esta noche y me ha encantado. Es una película muy audaz para su época y Miriam Hopkins a veces parece que se esté riendo de los protagonistas. Es una intepretación muy sutil. Lubitsch grande como siempre

Por cierto, el Código Hays entró en vigor en 1934 así que técnicamente no la afectó el menage a trois que aparece.