viernes, 4 de enero de 2008

El sargento negro


Existe una leyenda negra sobre John Ford que dice que se trataba de un personaje fachoso y racista. Nada más lejos de la realidad como demuestra esta película en la que da el protagonismo a un actor negro y además trata una problemática de índole racial totalmente insólita en el cine de Hollywood de la época. A su vez otras películas como El gran combate, contada desde el punto de vista de los indios, o Las uvas de la ira o ¡Qué verde era mi valle! en las que vemos como empiezan a surgir los primeros movimientos obreros por poner sólo unos pocos casos que sirven para tirar abajo el tópico.

Independientemente de la ideología de Ford, que es algo que no me interesa, es innegable que su cine es absolutamente maravilloso y su forma de dirigir una de las más brillantes de la historia del cine con películas tan absolutamente maravillosas como La diligencia, Centauros del desierto, Pasión de los fuertes, Río Grande, El hombre que mató a Liberty Valance, Hombres intrépidos o La patrulla perdida por citar unas pocas dentro de una filmografía plagada de obras maestras, magníficas películas, buenas películas y alguna que otra mala, aunque éstas fueron muy escasas. En mi caso sólo hay dos películas de John Ford que me han decepcionado, y ésas son Cuatro hombres y una plegaria y Cuna de héroes, por lo demás las horas de satisfacciones fordianas se cuentan por millares.


La película que nos ocupa supuso , como he mencionado antes, el tratamiento de un tema tabú en un Hollywood clásico que hasta entonces apenas había realizado alguna película contando la problemática de la comunidad de color y su punto de vista, y mucho menos en un género como el western. En concreto sólo recuerdo una película anterior a ésta en la que se hable de los negros de una forma digna , y esta es Aleluya dirigida por King Vidor en el año 1929.


La película está protagonizada por el Sargento Rutledge(Woody Strode), un sargento de color del ejército de los Estados Unidos que es acusado de un crimen que no ha cometido. La película nos cuenta el juicio posterior como eje central en el que se nos van presentando los hechos acontecidos mediante flashblacks en un brillante ejercicio de precisión narrativa que demuestra la maestria de Ford tanto en la dirección de actores, como en la forma de encuadrar los planos, algo en lo que era un maestro absoluto.

Además, esta excelente película hace gala de una las grandes virtudes fordianas, virtud a su vez muy difícil de encontrar en cualquier director normal, y es la enorme capacidad que tiene para pasar de un registro dramático a uno de comedia y volver al registro dramático sin que chirríe ni quede forzado o antinatural. Ésto es algo que muy pocos han conseguido en la historia del cine, y así de repente sólo se me ocurren los ejemplos de Charles Chaplin y de Billy Wilder en esa joya que es El apartamento.


Una película absolutamente recomendable, no sólo por el tema que trata sino por lo divertida y agradable de ver que es.

El sargento negro
Título original: Sergeant Rutledge
Año: 1960
País: USA
Intérpretes: Woody Strode, Jeffrey Hunter, Constance Towers, Billy Burke, Willis Bouchey,Carleton Young, Mae Marsh
Productora: Warner Bros
Guión: James Warner Bellah y Willis Goldbeck
Fotografía: Bert Glennon en color
Música: Howard Jackson
Productor: Patrick Ford, Willis Goldbeck
Director: John Ford

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